Entrevista

Kees Rovers, responsable del proyecto ‘Ons Net’ de Nuenen, una ciudad con acceso cooperativo a Internet mediante fibra hasta el hogar.

En Nuenen las bodas se retransmiten en vídeo de alta calidad por la red de fibra
Por Héctor Milla 22 de junio de 2006
Img KeesRovers

El
pasado 17 de mayo tuvo lugar, en Vilanova i la Geltrú, y
organizado por su Ayuntamiento, el primer encuentro de ‘Ciudades en
Europa con proyectos de Fibra hasta el hogar’ (IP
Cities Event 2006
),
en su mayoría redes públicas de nueva generación
o proyectos tan singulares como el de la ciudad Nuenen en Holanda.
Nuenen es una población de 7.500 hogares que se encamina hacia
la ‘ciudad
inteligente
‘, aquella
que cuenta con una red de alta velocidad, basada en fibra óptica
y simétrica, con innovación y gestión de la
ciudad sobre protocolo Internet. El proyecto lo inicia y lo lidera
Kees Rovers, de Ons
Net
, un ex
directivo de banca que, impresionado por las redes ‘customer
owned fiber’ (fibra gestionada por el cliente en EE.UU.)
decide convertirse en el pionero en implantar las ciudades de fibra
hasta el hogar gestionadas por los ciudadanos.

Nuenen es una ciudad poco conocida en España. ¿Nos puede ayudar a situarla?

Nuenen se encuentra a
sólo siete kilómetros de Eindhoven, la ciudad sede de
Philips. Nuenen es conocida en el mundo entero como la ciudad de Van
Gogh. Es en Nuenen donde Vincent tiene su periodo más
productivo, en cantidad, como pintor. De esta época nos queda
su célebre cuadro “Campesinos comiendo patatas”.

‘Ons Net’, la cooperariva de acceso a Internet que usted lidera, quiere decir “nuestra red”. ¿Es importante este sentimiento de pertenencia?

Sí, es muy importante.
Los ciudadanos están hartos de tantos monopolios que adquieren
unos servicios públicos que en realidad son nuestros, como las
telecomunicaciones, el agua, el transporte, la energía. Por
eso se llama ‘Ons Net’ la cooperativa de telecomunicaciones de
Nuenen.

Cuando hablamos de telecomunicaciones, por lo general, se habla de tecnologías de telecomunicaciones y no de servicios o de personas. ¿Cómo se implican las personas en ‘Ons Net’?

“Hay
que olvidar la tecnología; a casi a nadie le interesa la
tecnología como tal”
Hay que olvidar la
tecnología. A casi nadie le interesa la tecnología como
tal. ¿Te has fijado que a las mujeres, por lo general, no les
gusta la tecnología? Cuando los hombres compran un coche, lo
primero que hacen es abrir el capó y revisar el motor; las mujeres
nunca. A ellas les interesan las funciones útiles, como el
confort del coche por ejemplo. Con las telecomunicaciones debe pasar
lo mismo, nos deben interesar más las soluciones y servicios,
que las tecnologías que las hacen posibles.

En el ‘IP Cities Event 2006’ usted ha hablado de los siete pilares que soportan el proyecto de la cooperativa de telecomunicaciones de Nuenen. ¿Cuáles son?

“El
lechero que vende leche en la ciudad lleva publicidad de ‘Ons
Net’”
Primero, el modelo
de negocio: en una cooperativa el único objetivo es el
de conseguir un beneficio material para sus miembros. Y el retorno de
la inversión, en tanto que no hay requerimiento de beneficio
puramente comercial, es de 20 años, tiempo suficiente para
garantizar el retorno de la inversión basándonos sólo
en servicios básicos siempre más baratos que lo que
ofrece un operador privado. Segundo, el sentimiento general de
pertenencia como
comentábamos. Cuando todo el mundo participa es más
fácil que ganemos todos y que tengamos servicios nuevos y a
bajo coste. Tercero, ofrecer el ‘Triple
Play’ como punto de partida o servicios básicos.
Empezamos primero a ofrecer telefonía, que es lo que todo el
mundo quiere, luego televisión y finalmente Internet. Cuarto,
ofrecer servicios locales en
los que todos participan. Desde el momento en que contamos con
nuestra red es fácil que todos se impliquen en la innovación.
El cura, los médicos, los jóvenes, las personas
mayores, los deportistas, las escuelas y hasta el alcalde de la
ciudad, todos crean sus servicios de banda ancha.

¿Y los tres últimos?

“El
cura de Nuenen ha creado un servicio que permite conectar la iglesia para retransmitir las misas”
El
quinto pilar se trata de ‘comunicar’,
no de hablar de tecnologías. Comunicar para que nos entienda
una mujer de 75 años que no tiene ordenador y que no comprende
Internet. Conseguir que la red sea también para ella. Ese ha
sido nuestro reto. Ahora ella, que no entendía para quería
‘fibra hasta el hogar’,
comunica con sus nietos por videoconferencia y cuenta con servicios
de tele seguridad y tele medicina que le resultan muy útiles.
Sexto, contar con un buen servicio de atención
al cliente y hacerlo mejor que los operadores privados de
telecomunicaciones. Y séptimo, contar con una red
de la mayor calidad, ampliable, flexible, que se pueda unir a
otras redes, que pueda crecer en capacidad y servicios.

¿Cómo explica la casi unanimidad del 97% de los habitantes como suscriptores a ‘Ons Net’?

Ha sido el reto más
importante, mucho más que el de abrir calles y construir
físicamente la red de fibra óptica. Lo hemos conseguido
apoyándonos en la prensa y los medios locales, organizando
permanentemente reuniones de trabajo con las organizaciones de la
ciudad. Hemos tenido que crear, por ejemplo, los ’embajadores de
calle’, como el lechero que vende leche en la ciudad y que lleva
publicidad de ‘Ons Net’. Se ha implicado a todo el mundo, a los
directivos del fútbol, los médicos o los profesores de
escuela.

¿Cuánto cuestan los servicios que presta Ons Net?

La telefonía
cuesta 9,50 euros mensuales; se pagan 13 euros por 49 canales de TV y
39 euros por una conexión de 10 Megabits por segundo
simétricos a Internet.

KPN, el operador de telecomunicaciones holandés, o Philips, están muy cerca de Nuenen, ¿qué dicen a todo esto?

“Los
operadores de cable han hecho todo lo posible para detenernos,
presionando al parlamento o al gobierno holandés”

Por ahora se han
mostrado indiferentes. Sin embrago, los operadores de cable sí que se
han manifestado claramente en contra. Han hecho todo lo posible para
detenernos, presionando al parlamento o al gobierno holandés.

En Vilanova i la Geltrú, en el ‘IP Cities Event 2006’, estuvo usted acompañado por Henri Smits, quien dirige una cooperativa de vivienda en Nuenen, ¿cómo valora la relación vivienda y red?

Esa relación es
para los ciudadanos de Nuenen muy importante. Hemos conseguido nuevas
viviendas a bajo precio, para jóvenes por ejemplo, y que ya
cuentan con acceso de fibra hasta el hogar. Todo lo que es el sector
inmobiliario, sea privado o cooperativo, encuentra un gran valor en
las redes de alta velocidad. Pienso que en España, en los
apartamentos para turistas, deberían contar con acceso de
fibra, es lo que los turistas van a demandar pronto.

Llama la atención la implicación del cura de Nuenen. ¿Qué servicio ofrece el cura?

En Nuenen el cura sabía
que los jóvenes no visitaban la iglesia, y no porque no sean
creyentes. De manera que para estar en contacto con ellos, el cura de
Nuenen ha creado un servicio que permite conectar la iglesia con un
portal de calidad para retransmitir las misas, los bautizos y las
comuniones. En Nuenen las bodas se dan en vídeo de alta calidad por
la red de fibra.

Y cerca de Nuenen, ¿qué dicen las ciudades?

“Hoy
las telecomunicaciones están sometidas a la rentabilidad de
las acciones y no a la rentabilidad de cara al
consumidor”
Ahora todo el mundo a nuestro
alrededor está entusiasmado con nuestro proyecto. Hace pocos
días hemos tenido una reunión con 25 alcaldes de
ciudades cercanas y todos, absolutamente todos, quieren ahora su ‘Ons
Net’.

¿Es acaso sólo una experiencia holandesa o puede ser atractiva para otras ciudades europeas?

Claro que sí. Y
no sólo para Europa. Además de explicar nuestro
proyecto en Cataluña el pasado 17 de mayo, hace pocas semanas
tuve la visita de un grupo de alcaldes italianos; el pasado 20 de
junio nos visitaba un grupo de África del Sur y mañana
tenemos aquí una delegación del parlamento escocés.
Creo que hay muchos políticos europeos que lamentan que
servicios públicos como las telecomunicaciones se hayan
vendido a inversores que sólo buscan rentabilidad pura y dura.
Hoy las telecomunicaciones están sometidas a la rentabilidad
de las acciones y no a la rentabilidad de cara al consumidor, que
debería primar en las telecomunicaciones en Europa.

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