10 trucos para ahorrar en la comunidad de vecinos

Reducir calefacción, aminorar gastos en el servicio de limpieza o la implicación de los vecinos en algunas tareas son estrategias para que el recibo no se dispare
Por José Ignacio Recio 6 de febrero de 2014
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Los consumidores tienden a aplicar modelos de ahorro de forma individual (facturas, hogar…), pero también pueden hacerlo de manera colectiva. Una de las más factibles es a través de su comunidad de vecinos, donde se pueden ahorrar unos cuantos euros todos los meses, ya sea al reducir gastos o al eliminar los servicios menos necesarios. Aunque las comunidades de propietarios requieren de una labor mínima de mantenimiento, si se aplican una serie de sencillos consejos, como los que señalan en este artículo, se pueden disminuir los gastos.

Ahorrar en la comunidad

Para lograr ahorrar en una comunidad de vecinos, hay que racionalizar gastos. Si se consigue eliminar o reducir los más innecesarios, el resultado final será que los propietarios tendrán que pagar menos dinero todos los meses por el mantenimiento del inmueble. Se pueden reducir las horas de encendido de la calefacción central, aminorar costes en el servicio de limpieza… y también es posible una mayor implicación de los propios vecinos en estas tareas. Estas estrategias podrían servir para que el goteo de números no se disparase en exceso en cada recibo, sobre todo en los edificios con pocos habitantes, donde muy pocos deben afrontar todos los gastos.

10 estrategias para ahorrar en el inmueble

La crisis, a pesar de los manidos «brotes verdes», no perdona. Y en numerosas comunidades de vecinos se debe utilizar la tijera para eliminar gastos. El abanico de opciones es muy amplio, aunque depende de las características del edificio y del número de vecinos que compongan la comunidad. Sin embargo, a partir de unas premisas básicas la contención de gastos, se puede llegar a buen término:

  • 1. Durante los meses de invierno puede reducirse el gasto en calefacción central, ya sea manteniendo menos temperatura todo el día o apagándola en ciertos tramos horarios.

  • 2. Se pueden eliminar los seguros que, una vez revisados y analizados, tengan poca o nula utilidad para el edificio o para los intereses de los propietarios.

  • 3. Es posible espaciar los días de limpieza del edificio (pueden ser un día a la semana en lugar de varios, por ejemplo), aun a costa de que sean los propios vecinos los que se encarguen de conservar limpias sus dependencias más próximas (vestíbulos, escaleras…).

  • 4. Si la comunidad tiene un crédito, es aconsejable amortizarlo lo antes posible con el fin de que los intereses que genere no se lleven parte de los esfuerzos económicos de cada propietario.

  • 5. Hay que tratar de disuadir el impago de las cuotas comunitarias de los vecinos morosos. De lo contrario, el resto de propietarios debe hacer un mayor aporte para afrontar el presupuesto de la comunidad.

  • 6. Acudir a subvenciones y ayudas oficiales para sufragar algunas reformas y obras en el inmueble (calderas, ascensor, etc.), y así abaratar su coste.

  • 7. La recogida de la basura podría espaciarse durante la semana, y no hacerla todos los días. A cambio, tendría que contarse con la ayuda de los vecinos para mantener limpio el edificio.

  • 8. No realizar obras o reformas innecesarias en algunas de las dependencias del inmueble.

  • 9. Revisar y mantener los principales servicios y componentes del edificio (calderas, ascensor, cuadro eléctrico, etc.) para evitar su deterioro. Si no, el arreglo por su deficiente funcionamiento puede salir muy caro.

  • 10. Ajustar el presupuesto a las mejores ofertas para disponer de un administrador que gestione la comunidad de vecinos. Es deseable buscar varias propuestas y decantarse por la que mejores garantías ofrezca y cuya tarifa sea la más competitiva.

Necesidad de protección jurídica

Con frecuencia se habla de la necesidad de incorporar un seguro de protección jurídica que cubra muchas de las eventualidades que pueden ocurrir a los propietarios del inmueble. Es cierto que es importante, en especial por las siguientes cinco razones, que evitarán mayores gastos para todos los vecinos:

  • Sirve como instrumento para defender las necesidades, derechos e intereses de todos los propietarios.

  • Ayuda a reclamar el impago de gastos, cuotas y derramas por obras, entre otras contingencias.

  • Se configura como una herramienta de gran utilidad cuando algún vecino incumpla las normas de convivencia o cometa infracciones normativas sobre los elementos comunes del edificio.

  • Permite adelantar los gastos para mantener los servicios del inmueble, y también la reclamación a empresas por obras o reformas mal ejecutadas.

  • Posibilita una mejora en los canales de reclamación en los contratos con las empresas suministradoras de servicios (gas, telefonía, jardinería, piscinas, seguridad, limpieza, etc.).

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