La decisión de Irak de cortar durante un mes sus suministros de crudo como protesta por la situación en Palestina, ha colocado en dificultades financieras el programa humanitario de Naciones Unidas «Petróleo por Alimentos».
En un comunicado divulgado en su oficina en Bagdad, la ONU afirma que en la actual fase del programa, cuyo presupuesto es de 5,5 millones de dólares, «se verá reducido en 1,3 millones de dólares» debido a esta circunstancia.
El programa, establecido en 1996, autoriza al régimen iraquí a vender cantidades restringidas de crudo para comprar alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.
Gracias a él, las raciones de comida han aumentado de 1.300 a 2.000 calorías diarias -cerca del consumo medio de muchos países occidentales- aunque todavía un 20% de los niños iraquíes están desnutridos, con carencias en proteínas, vitaminas y minerales.