La mitad de los asmáticos ignora que padece una enfermedad respiratoria crónica, un mal que en España afecta a cinco de cada cien adultos y a uno de cada ocho niños en edad escolar. Los síntomas, en la mayoría de los casos, suelen confundirse con los de un catarro o con las consecuencias del tabaco. La Sociedad Vasco-Navarra de Patología del Aparato Respiratorio (SVNPAR) aseguró ayer que las personas aquejadas de asma, cuyo Día Mundial se celebra hoy, «pueden tener un control total de la afección con un buen cumplimiento del tratamiento».
Según manifestó el presidente de esta entidad y jefe del Servicio de Neumología del Hospital Txagorritxu de Vitoria, José Luis Cobo, el paciente que sigue las instrucciones de su médico «puede hacer una vida absolutamente normal, totalmente libre de síntomas, hasta con ejercicio extenso», y recordó que «hay atletas olímpicos con muchos éxitos a pesar de padecer asma».
Las últimas cifras indican que uno de cada cuatro asmáticos no recibe ningún tipo de tratamiento, por lo que los neumólogos insisten en la relevancia de «concienciar» al paciente sobre la necesidad de seguir una terapia y cumplirla en su totalidad. Y es que los datos muestran una realidad preocupante: el 70% del gasto sanitario derivado de esta patología respiratoria se podría ahorrar si médicos y enfermos actuaran de forma correcta.
El jefe de Neumología del Hospital de Galdakao (Vizcaya), Alberto Capelastegi, incidió en la importancia de «asumir que el asma es una enfermedad crónica que implica un tratamiento continuo» y resaltó que es precisamente la duración de la terapia lo que impide que los pacientes se mediquen cuando se encuentran bien. Asimismo, Bachi Galdiz, del Servicio de Neumología del Hospital vizcaíno de Cruces, explicó que la medicación debe servir para que «nadie sienta que debe acostumbrarse a una mala calidad de vida».
Guía
Por otro lado, con motivo de esta jornada se ha presentado hoy en Barcelona la primera guía sobre «Asma en los centros escolares», elaborada a partir de una encuesta hecha hace tres años a casi mil profesores en la que se vio que la mayoría no tenía información sobre el asma, a pesar de que en cada clase hay una media de tres niños asmáticos.
Esta guía va dirigida especialmente a los docentes. No en vano, según los expertos, los niños asmáticos, lógicamente, también lo son en la escuela y las crisis pueden aparecer perfectamente en el ámbito escolar, por lo que los profesores deben ser capaces de reconocer cuándo un niño tiene estos problemas y si está bien controlado.
