La cocina murciana

Murcia, gracias a sus excelentes materias primas, ha conseguido convertir su gastronomía en un importante reclamo turístico
Por EROSKI Consumer 27 de diciembre de 2005

Los productos del mar, las carnes de calidad y, sin duda, la famosa y reconocida huerta murciana, son los pilares fundamentales de su despensa, si bien otros productos como el queso, las migas o el gazpacho, comienzan a ocupar un lugar importante en la gastronomía de esta región.

 

Una buena huerta

Gran parte de los platos típicos de Murcia giran en torno a sus hortalizas y verduras. El «zarangollo», un tradicional pisto murciano elaborado con calabacín, cebolla y huevos, o la ensalada murciana en la que el sabor del tomate, la cebolla y las olivas se mezcla con el del atún y los huevos, son sólo dos de las numerosas formas de descubrir el sabor de la conocida huerta murciana.

La calidad de estos productos vegetales hace que sea lógico encontrarlos en otros platos como acompañantes de calidad. El arroz con verduras o la olla gitana, un potaje de garbanzos con judías verdes y calabaza; son platos en los que la presencia de las hortalizas murcianas aporta un punto extra de sabor y calidad.

Los pescados, a la sal

En Murcia, la forma más común de preparar el pescado es a la sal. Tanto la mojama de atún (lomos de atún salados y curados al natural) como los salazones de huevas de mújol, son platos imprescindibles en cualquier reunión.

La carne también tiene su hueco, sobretodo cuando se cocina en forma de pastel, uno de los platos más representativos de la cocina murciana de tradición.

El arroz tampoco falta en la mesa. Con habichuelas, con conejo o con «serranas» o caracoles de la huerta, es la mejor excusa pero reunirse alrededor de una mesa en los calurosos días de verano, eso sí, precedido de un buen gazpacho de Jumilla.

Para acabar, dulce o salado

Murcia posee postres realmente tentadores, así que los amantes de los dulces encontrarán al final de la comida su momento predilecto. Se puede acertar con un tradicional tocino de cielo, o con opciones tan originales como el «arrope», un mosto cocido y espesado al que se le añaden frutas muy maduras, o con los populares «paparajotes», pequeños bollos de pan azucarado que se cocinan sobre hojas de naranjo o limonero.

Si se prefiere un postre menos elaborado pero igualmente murciano, nada como un buen queso de cabra al pimentón o unas frutas de la huerta. Naranjas, melocotones, fresas… cualquiera de ellas son una buena opción, pues su aroma, color y sabor son especiales en esta tierra.

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