Otros usos gastronómicos para la cubitera

Conservar hierbas aromáticas frescas, elaborar bombones, preparar extractos o guardar salsas son solo algunas maneras originales de utilizar la bandeja de los cubitos de hielo
Por Laura Caorsi 18 de enero de 2016
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Imagen: teresaterra

Hay muchos tipos de cubiteras en el mercado. Antaño eran rígidas, de metal, y se limitaban a una sola función: hacer cubitos de hielo caseros. Las cubiteras actuales, fabricadas en plástico o silicona, han introducido muchas posibilidades para crear cubitos de hielo originales, con formas divertidas y curiosas que resultan muy atractivas para los niños (y no tan niños). Esto, sumado a su textura flexible, ha permitido que las cubiteras se usen para más cosas, además de para formar hielo. Conservar ciertos alimentos, preparar pequeños helados o hacer cubitos que no alteren el sabor de las bebidas son solo algunas de las utilidades originales que se reseñan a continuación.

1. Conservar alimentos y bebidas

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Imagen: studioM

Si en invierno se echan de menos las hierbas aromáticas y las especias frescas o a alguien le gustaría preparar una ensalada igual de rica que las que se hacen en los meses de calor, ¡las cubiteras son la solución! Es muy sencillo.

Durante los meses de mayor abundancia de hierbas y especias, se cogen las preferidas, se trocean, se colocan en los huecos de una cubitera y se cubren con aceite de oliva. De esta manera, se consiguen hierbas frescas para las recetas y, además, un delicioso aceite aromatizado.

De igual modo, se pueden conservar en estos recipientes otros pequeños manjares que hayan sobrado y no se quieran tirar: cebolla caramelizada, salsa de tomate, frutas de otras temporadas (que se pueden cubrir con agua, zumo o un licuado, por ejemplo), un café rico (que luego es posible triturar para hacer smoothies)… Incluso está la posibilidad de congelar el vino que se usa para cocinar; así se evita que se estropee.

2. Extractos caseros… en pequeñas dosis

El gran ejemplo de este grupo es el caldo. Ya sea de carne, de ave, de pescado o de verduras, es muy práctico contar con cubitos de caldo casero siempre listos para utilizar en otras recetas. Del mismo modo, se pueden conservar reducciones de salsas que se hayan hecho y que se quieran emplear más adelante en otros platos. ¿Más opciones? Es posible elaborar unos concentrados de setas, o de frutos rojos, que sirvan después para dar un toque especial a los platos (las setas van muy bien con los guisos y estofados, ya que les aportan un sabor diferente). También se pueden hacer unos cubitos de verduras y hortalizas trituradas para añadir a sopas, salsas o batidos vegetales, entre otras opciones.

3. Caprichos fríos y micropostres

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Imagen: Jason Hollinger

Entre los «postres de cubitera» más conocidos se encuentran los polos. Variedades hay muchas: de zumo, con o sin frutas, multicolores, cremosos, lácteos… Incluso es posible elaborarlos con leche condensada. Para hacerlos multicolores, bastará elegir un par de zumos distintos, llenar la cubitera por la mitad con uno de ellos, meterla en el congelador y, al cabo de media hora aproximadamente, completar con el otro zumo, para que queden bien definidas las capas.

Pero, además de los polos, se pueden hacer unos bombones caseros de forma muy sencilla. Se colocan trocitos de fruta en los huecos, se cubren con chocolate fundido y, cuando se templen, se introduce la cubitera en la nevera (no en el congelador) para que el chocolate se solidifique y la fruta esté fresca (sin quedarse dura ni helada).

También se pueden congelar frutas, para hacer cubitos de hielo muy vistosos, o congelar bebidas (zumos, cafés, cócteles, etc.) con el fin de enfriar esas mismas bebidas en otro momento y evitar que se agüen. Si se hace limonada en cubitos, por ejemplo, se podrá usar para mantener bien fría una jarra de limonada sin que quede sosa o aguada cuando los cubitos se derritan.

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