Por qué los niños no deben respirar por la boca (y cómo corregir este hábito)

La respiración bucal de los menores puede tener consecuencias en su salud como cambios en su cara, mordida abierta, dientes mal alineados, ronquidos y apnea del sueño
Por María Huidobro González 20 de marzo de 2025
riesgos respirar boca abierta
Imagen: Isaac Quesada
Lo normal, y beneficioso para la salud, es respirar por la nariz y hacerlo con una respiración diafragmática. Sin embargo, tendemos a respirar por la boca, y desde bien pequeños. ¿Por qué? Los mocos tienen su parte de culpa, pero hay más razones. Conoce las causas de que los menores sean respiradores bucales, cómo saber si lo son, las consecuencias que tiene este hábito en su salud y desarrollo y de qué manera se puede corregir.

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Por qué los niños respiran por la boca

Si un peque no es capaz de respirar bien por la nariz, tiende a hacerlo por la boca. Y, ¿por qué no puede hacer una buena respiración nasal? Por lo general se debe a que alguna obstrucción de sus vías respiratorias complica el paso el aire de la nariz al aparato respiratorio. Las causas más frecuentes son:

  • infecciones respiratorias.
  • vegetaciones (adenoides) o amígdalas grandes.
  • rinitis alérgica.
  • sinusitis.
  • desviación del tabique nasal, un problema frecuente que sufre el 55 % de los menores y que sube al 70 % en mayores de 12 años.
  • hipotonía muscular.

Qué pasa si mi hijo no respira por la nariz

En adultos, entre las consecuencias que tiene respirar por la boca figuran un mayor riesgo de problemas respiratorios, sequedad en la boca y problemas bucales, como caries y enfermedades de las encías. Pero ¿y en los niños? ¿Qué problemas puede provocar respirar por la boca? Este hábito tiene repercusiones en su salud, pero también en su desarrollo.

➡️​ Deformación facial

Los huesos del rostro son tan moldeables, que la musculatura de la cara, como la lengua, los labios o los músculos de las mejillas (bucinadores), puede modificar su desarrollo”, explica en una nota el doctor Christian Calvo, vocal de la comisión de Rinología, Alergia y Base de Cráneo Anterior de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).

Así que, cuando la boca está abierta por la respiración bucal, la lengua no se coloca en el paladar para cumplir su función: estimular el crecimiento del maxilar superior (la parte central de la cara), promoviendo su expansión hacia los lados, hacia adelante y hacia arriba. Por lo tanto, se alarga el rostro, mientras que los labios y los bucinadores siguen trabajando, ejerciendo presión sobre los dientes y causando compresión maxilar (maxilar pequeño y estrecho). “Los niños con compresión del maxilar tienen un mayor riesgo de sufrir muerte súbita en la infancia”, advierte el experto.

De ahí que respirar por la boca todo el rato y a edades tempranas produzca la alteración en el normal desarrollo facial del menor. ¿El resultado? Un rostro alargado y plano, sin proyección de los pómulos y con la barbilla retraída; una cara con ojeras, nariz caída o con forma de gancho y fosas nasales estrechas; y ya dentro de la boca, un paladar estrecho y sonrisa gingival (que enseña más de 4 mm de encía).

➡️​ Problemas dentales

respirar por la boca
Imagen: Aditya Bose

Como explican desde el Consejo General de Dentistas, la respiración oral continua también tiene consecuencias para la salud bucodental de los peques:

  • Disminuye la producción de la saliva, lo que provoca boca seca, un problema que aumenta el riesgo de caries, mal aliento y acumulación de bacterias.
  • Afecta a la posición de los dientes, que pueden torcerse y apiñarse, lo que complica la higiene y, de nuevo, incrementa el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
  • Está relacionada con maloclusiones dentales, como la mordida abierta, que les causa problemas para morder y masticar los alimentos.

➡️​ Problemas de audición

Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) añade que “no es raro tampoco encontrar problemas de audición y otitis asociados a este tipo de respiración”.

➡️​ Alteraciones de la postural corporal

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello señala otra consecuencia: los niños suelen adoptar posturas compensatorias para abrir su vía aérea, lo que afecta a todo el cuerpo, desde el cuello hasta los pies.

➡️​ Ronquidos nocturnos y apneas del sueño

Tumbado en la cama, el peque tiene más problemas para respirar bien por la boca, así que ronca y tiene tos nocturna, por lo que no disfruta de un sueño reparador. Además, a veces, al dormir puede que presente apneas del sueño, unas pausas en la respiración que impiden el descanso y una buena oxigenación.

➡️​ Cansancio, irritabilidad, falta de atención…

Respirar por la nariz garantiza un suministro constante y adecuado de oxígeno al cerebro, algo esencial para su correcto funcionamiento. En cambio, hacerlo por la boca interrumpe este suministro, lo que puede tener consecuencias negativas para las funciones cognitivas y la salud cerebral, como sostiene un trabajo de investigación de la Gachon University (Corea del Sur). Y, en concreto, por la noche tiene más efectos.

Cuando un niño no respira bien, lo que le pasa es que no duerme ni oxigena adecuadamente, por lo que entra en un ciclo de cansancio, irritabilidad y más cansancio que puede repercutir de forma negativa en el rendimiento escolar, deportivo e incluso cognitivo.

Asimismo, Christian Calvo asegura que el crecimiento facial excesivamente vertical y retraído por respirar por la boca conlleva otros trastornos como la incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas (dislalia).

Cómo saber si mi hijo respira por la boca

respirar boca durmiendo
Imagen: cottonbro studio

Detectar que un menor no respira por la nariz, y que en cambio lo hace por la boca, es fundamental para poder abordar el problema. Pero ¿cómo saber si un peque está respirando mal? ¿Cuándo hay que preocuparse por la respiración de un niño?

Los pediatras dan algunas pistas para reconocer a un respirador bucal:

  • Duerme o permanece muchas horas con la boca abierta.
  • Ronca por la noche.
  • Presenta unos rasgos faciales especiales: tiene la cara alargada, los pómulos planos, la barbilla hacia atrás y ojeras.
  • Sufre otitis o amigdalitis con frecuencia.
  • Mete la lengua entre los dientes para tragar (deglución atípica).
  • Para respirar mejor, levanta la barbilla y adelanta el cuello.

Qué debo hacer si mi hijo respira por la boca

La detección precoz es vital para garantizar que los menores que respiran por la boca puedan corregir este problema y así crezcan sin complicaciones en su salud y desarrollo. Por eso, si crees que tu peque es un respirador bucal, coméntale a su pediatra, ya que hay diversos abordajes dependiendo de las causas. ¿Cómo corregir la respiración por la boca en los niños? Estas son las fórmulas:

​✅ Otorrinolaringología

Como comenta el doctor Calvo, se puede mantener despejada la nariz con tratamiento médico que incluye lavados nasales, espray nasal o antihistamínicos y, si es necesario, se interviene quirúrgicamente: cirugía de adenoides, cornetes o tabique nasal (en casos muy puntuales).

​✅ Ortodoncia

El ortodoncista pediátrico valora si es preciso llevar a cabo una expansión rápida maxilar mediante ortodoncia, con el fin de ampliar la anchura del paladar para favorecer la respiración nasal.

​✅ Logopedia

El logopeda muestra ejercicios que reconduzcan el mal hábito de respirar por la boca y enseña la postura correcta de la lengua.

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