Biólogos de la Estación de Fitopatología de Areiro (Pontevedra) han conseguido obtener un híbrido del kiwi, un nuevo fruto del tamaño de una uva, sin piel, muy rico en vitamina C y que conserva las mismas características de su hermano mayor.
«Este nuevo cultivo surgió de la necesidad de diversificar un fruto que se hacía monótono porque siempre era el mismo exterior e interiormente», explica la bióloga Carmen Salinero.
Así, al igual que existen «manzanas rojas, amarillas y verdes», este equipo de biólogos recurrió a la importación de otras especies de kiwis con el fin de obtener «frutos diferentes, con cambios de color, forma o aspecto, sin perder la identidad, favoreciendo así la potenciación de su consumo», señala salinero.
El kiwiño es muy similar al tradicional, ya que una vez abierto se puede observar que «sigue siendo de color verde y tiene las mismas semillas». En cuanto al sabor, la bióloga dice que «no hace falta buscar ninguna comparación, sabe a kiwi».