COVID-19: consejos para personas con enfermedades reumáticas

Las enfermedades reumáticas afectan a la cuarta parte de la población adulta. Así es como deben cuidarse durante la cuarentena según los expertos de la Sociedad Española de Reumatología
Por Laura Caorsi 28 de abril de 2020
mujer ventana balcon sol
Imagen: Wolfgang Sojer

El reuma no existe. A menudo usamos esta expresión para referirnos a algunas patologías muy concretas —como la artritis o la artrosis, que causan dolor en las articulaciones y generan problemas de movilidad—, pero el término es inexacto. Y, además, se queda corto: a día de hoy se conocen más de 30 enfermedades reumáticas, y algunas de ellas afectan a los ojos, los pulmones o la piel. Estas patologías, en conjunto, son muy frecuentes en nuestra población. Según datos de la Fundación Española de Reumatología, las sufren el 25 % de las personas mayores de 20 años. ¿Los pacientes reumáticos deben cuidarse de un modo especial durante el confinamiento? ¿A qué aspectos de la salud tienen que prestar atención? Lo explicamos en el siguiente artículo.

La crisis del coronavirus ha cambiado algunas prioridades en materia de salud. El confinamiento, clave para prevenir los contagios, ha relegado a un segundo plano otros cuidados importantes, desde los más cotidianos hasta los que son excepcionales. En casa, por ejemplo, han empeorado algunos hábitos alimentarios y nos hemos vuelto más sedentarios. Pero, además, muchas personas han dejado de acudir a Urgencias en casos en los que realmente es necesario ir, como contamos aquí.

En este contexto de pandemia (de un virus para el cual aún no existe vacuna), las personas que padecen enfermedades previas, incluidas las reumáticas, deben cuidarse todavía más. No hablamos solo de quienes tienen artrosis o artritis, sino también de aquellas que sufren gota, fibromialgia, miopatías, ospeoporosis, vasculitis, lumbago y ciática, por citar solo algunas de las más de 30 patologías reumáticas que se conocen. Estas enfermedades, como decíamos al inicio, pueden afectar a la vista, la piel, los pulmones o el sistema vascular; no solo al sistema óseo.

¿Cómo deben cuidarse quienes tienen reumatismo?

La Sociedad Española de Reumatolgía (SER) ha elaborado una lista de consejos para personas que tienen enfermedades reumáticas y que, según explican, «también son aplicables para la población sana», puesto que el objetivo principal es «mantener unos hábitos de vida saludables ante la situación de confinamiento y paliar así posibles efectos adversos para la salud debidos a dicha situación». Estas son las cinco principales recomendaciones: 

1. Asegúrate la vitamina D

Con el confinamiento pasamos menos tiempo al aire libre y, en consecuencia, disminuye nuestra exposición al sol, tan necesario para sintetizar la vitamina D en nuestro organismo. Esta disminución, unida a la deficiencia de vitamina D que existe de base en la población española, «puede tener efectos adversos en la salud de las personas, especialmente en los pacientes con enfermedades reumáticas», advierte la SER.

Por ello, sus especialistas recomiendan «aprovechar el sol en patios y balcones, incluso durante los días nublados» y tener en cuenta «que el vidrio de las ventanas bloquea la radiación UVB, de manera que disminuye aún más el beneficio que aporta la luz solar en la síntesis de vitamina D». Por tanto, «la recomendación general es una exposición diaria al sol de cara, manos y brazos durante 10-15 minutos, si puede ser, evitando que haya un cristal, es decir, con las ventanas abiertas».

La dieta puede ayudarnos en caso de que no tengamos ventanas soleadas o espacios donde recibir directamente la luz del sol, como detallamos en este artículo. Entre los alimentos que nos aportan vitamina D, está el pescado azul (como sardinas, caballa, salmón o atún). La yema de huevo, el hígado de ternera o los champiñones son alimentos que también presentan vitamina D, aunque en menor proporción. «Asimismo, existen en el mercado alimentos enriquecidos con vitamina D, como son algunos lácteos, margarinas o cereales, que sería recomendable incorporar a la dieta», agrega la SER.

2. Asegúrate el calcio

«Para asegurarse una buena salud ósea en adultos es necesario un consumo aproximado de un gramo de calcio al día«, explican los expertos. Casi todos sabemos que los lácteos (queso, leche, yogur, etc.) son una fuente muy importante de este mineral, pero no son los únicos alimentos que lo contienen. Las verduras de hoja verde, los frutos secos, las legumbres, los pescados (sobre todo, sardinas en lata con espinas), los higos secos, las semillas de sésamo y el tofu también contribuyen a cubrir las necesidades diarias de calcio. Al respecto, tres datos curiosos:

  • Los quesos curados son los que tienen mayor contenido de calcio (pero, en este caso, hay que tener cuidado con las grasas saturadas y la sal).
  • Los lácteos desnatados o semidesnatados tienen la misma proporción de calcio que los enteros.
  • Algunas especias, como el tomillo, el orégano o el eneldo, tienen más cantidad de calcio que la leche y que algunos quesos (pero, como usamos solo un poco, no son fuentes reales).
  • Las sardinas tienen un contenido de calcio similar a la leche.
sardinas lata

Imagen: Pixabay

3. Come bien (e hidrátate mejor)

Si alimentarse bien es siempre importante, más lo es todavía ahora. Seguir una dieta saludable es clave durante el confinamiento. Según indica la SER, «es importante tener una ingesta adecuada de proteínas, tanto para la salud ósea como para mantener la masa muscular. Asimismo —continúa—, se ha demostrado que la dieta mediterránea puede tener un efecto protector por sus propiedades antiinflamatorias, por su capacidad antioxidante, y por su efecto sobre la obesidad y el síndrome metabólico»

En general, «se recomienda una dieta sana, evitando las grasas saturadas y dando prioridad, por ejemplo, al aceite de oliva para cocinar, así como incluir frutas y vegetales que contienen vitaminas (especialmente B y K) y minerales esenciales, como el magnesio o el zinc», indican desde esta institución. Más allá de las vitaminas y los minerales, lo importante es que los alimentos saludables —como frutas, verduras o legumbres— sean la base de nuestra dieta. Elegir las que más nos gusten es una manera muy útil de asegurarnos su ingesta, que debería ser placentera además de sana.

En cuanto a la hidratación, la bebida de preferencia ha de ser siempre el agua, y es importante asegurarse un consumo suficiente, sobre todo, si somos mayores, ya que nuestro mecanismo de la sed no funciona igual de bien que cuando somos jóvenes. Además, «se deben evitar las bebidas que contengan excitantes como la cafeína, así como bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas», señalan los reumatólogos.

4. Haz ejercicio acorde a tus posibilidades

Realizar ejercicio físico de manera regular ayuda a reducir la ansiedad, mejora la sensación de bienestar y, también, la calidad del sueño. Además, es fundamental para mantener la salud de las articulaciones y no perder masa muscular. En opinión de la SER, «sería recomendable realizar entre 20 y 30 minutos diarios de actividad física continuada. Siempre adaptada a las condiciones de cada persona y atendiendo a las limitaciones ocasionadas por la patología reumática, en caso de que las haya».

¿Cuáles son los ejercicios más recomendados? «Los de estiramiento, los isométricos y los de extensión de la columna para fortalecer la parte superior de la espalda», señalan. En general, aconsejan evitar «los ejercicios de alto impacto y los que impliquen flexión y torsión extrema del tronco o cargas excesivas de peso». En el caso de las personas mayores, «se recomiendan ejercicios suaves dirigidos a mejorar el equilibrio, como el taichí, que ayuden a minimizar el riesgo de caídas».

5. Mantén tu rutina de autocuidados

Quienes padecen enfermedades crónicas, como las reumáticas, tienen la costumbre de cuidarse para convivir con su enfermedad. Pero, dada la actual situación, «a las acciones habituales deben añadir las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio por coronavirus»; es decir: lavarse las manos, mantener distancia social, usar mascarilla cuando proceda, etc.

La SER remarca que «es importante no descuidar la medicación habitual ni tomar decisiones unilaterales sobre la misma» y que, «ante cualquier duda, se debe preguntar al médico antes de actuar». El autocuidado, señalan, «consiste en combinar la medicación prescrita con una serie de hábitos saludables».

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