El Cuerpo Nacional de Policía ha desarticulado en Córdoba una red que se dedicaba al fraude en la venta de aceite de oliva. Esta banda, según informaron agentes, sustraía diversas cantidades de aceite de oliva no apto para el consumo cuando era transportado de las almazaras a las refinerías, para su posterior almacenaje y distribución. El aceite se almacenaba en una nave industrial de la localidad de Villarrubia. Durante el registro de la nave, la Policía comprobó que las cubas y garrafas que contenían el aceite no reunían las mínimas condiciones higiénicas y de salubridad. De hecho, los agentes comprobaron que dichas cubas de plástico se usaban anteriormente para contener xileno, un disolvente de uso industrial altamente tóxico.
El propietario de la nave, que ya ha sido puesto a disposición judicial, era quien contactaba con los camioneros que transportaban el aceite hasta las refinerías. A cambio de 27 euros por barril, los transportistas sustraían el aceite rompiendo previamente los precintos, que eran sustituidos por otros nuevos. Posteriormente, este producto se almacenaba en los depósitos de la nave para proceder a su venta al por menor, en garrafas de 25 litros aproximadamente, a las almazaras y refinerías.
El aceite sustraído no es apto para el consumo humano, pero sí es susceptible de ser refinado y comercializado «a posteriori» en condiciones de seguridad. De todos modos, la Policía está a la espera de unos informes por parte de la Delegación Provincial de Salud y Agricultura para aclarar este extremo.
En principio, la red tendría un ámbito provincial y las almazaras robadas están ubicadas fundamentalmente en los municipios de Baena, Peñarroya-Pueblonuevo y Priego de Córdoba.
