Diabetes y deporte: por qué hidratarse bien

La hidratación es un pilar fundamental en la gestión de la diabetes, más aún cuando realizamos deporte y actividad física en verano
Por Elsa Jiménez 29 de julio de 2021

Las altas temperaturas propias del verano pueden provocar complicaciones en la salud de las personas con diabetes que pueden producirse como consecuencia de una mala hidratación. Por eso, los expertos recuerdan la especial importancia de la ingesta regular de líquidos durante la estación estival, con el fin de evitar un empeoramiento de la salud y episodios graves como hipoglucemias. Y sobre todo si se practica algún deporte. Sobre la importancia de la hidratación y la diabetes trata el siguiente artículo.

El sedentarismo es uno de los principales factores que provoca complicaciones de salud a corto, medio y largo plazo, entre las que se encuentran la obesidad y el sobrepeso, causantes de enfermedades como la diabetes. Combatir todo esto a través del deporte es crucial y fomentarlo a todas las edades resulta clave para tener una buena calidad de vida.

A la hora de frenar la prevalencia de la diabetes en todo el mundo, los buenos hábitos no solo pasan por la alimentación, sino también por la práctica regular de actividad física, un pilar que, junto con la adherencia al tratamiento y la formación diabetológica, es fundamental.

Diabetes y deporte: la importancia de la hidratación

Pero en esta ecuación de vida saludable no puede faltar la hidratación, algo muy importante, y muy especialmente para las personas con diabetes. Y es que presentan un mayor riesgo de padecer deshidratación cuando sus niveles de glucosa en sangre se elevan, haciendo que los riñones traten de eliminarla mediante la orina, aumentando las visitas al baño y, en consecuencia, la deshidratación. Por estos motivos, la pauta de ingerir los litros diarios recomendados (entre 1,5 y 2 litros), se realice o no deporte, incluso cuando no se tiene sed, no puede olvidarse.

Las consecuencias de practicar deporte sin hidratarse de modo correcto pueden acarrear episodios de complicaciones de la diabetes. Así que se deben tener en cuenta los síntomas de no estar adecuadamente hidratado:

  • aumento de la sensación de sed
  • boca seca
  • mareos y dolor de cabeza
  • problemas para concentrarse
  • piel reseca
  • fatiga

Además, a través del color de la orina se puede valorar el estado de hidratación: si tiene un tono transparente, significa que la persona está correctamente hidratada; por el contrario, oscuro, hay que actuar e ingerir los líquidos que sean necesarios.

Hidratación para combatir las altas temperaturas en verano

Con la llegada de las altas temperaturas, la práctica de alguna actividad física, sumado al periodo estival y los cambios de horarios y/o rutinas que conlleva, pueden resultar el cóctel perfecto para alterar los niveles de glucemia de las personas con diabetes. De ahí que haya prestar una especial atención al control y la gestión de la patología en su conjunto, con el fin de evitar posibles complicaciones.

Por eso, entre las recomendaciones de los expertos, destacan la hidratación constante y la no realización de ejercicio al aire libre durante las horas de mayor calor, para así sufrir no solo complicaciones de la diabetes, sino también de la salud como golpes de calor. En concreto, se aconseja:

  • evitar la exposición solar en las horas centrales del día (12:00-17:00 horas).
  • reducir las actividades físicas en el exterior en esa misma franja horaria.
  • beber entre 1,5 y 2 litros de líquidos diarios, priorizando el agua y dejando de lado la cafeína, el alcohol y las bebidas azucaradas.

Deporte y calidad de vida

Las personas con diabetes pueden realizar todo tipo de deportes y ejercicios físicos de manera controlada, y teniendo en cuenta siempre la hidratación. A pesar de ello, cada individuo debe tener en cuenta los factores que pueden incidir en sus niveles de glucemia y pautar con su profesional médico la actividad física más adecuada.

Los expertos señalan que, dependiendo de la edad, se debe realizar, unos 30-40 minutos de actividad física diarios todos los días de la semana, que consistan en caminar o correr de forma suave. Además, para los más activos se recomiendan todo tipo de actividades aeróbicas, desde el fútbol a la natación o el atletismo.

El deporte contribuye a mejorar la salud y a prevenir enfermedades y complicaciones, favoreciendo el control y la gestión de la diabetes, la pérdida de peso, la prevención de enfermedades cardiovasculares y la mejora de la salud emocional.

El objetivo de practicar deporte es mejorar la salud en general, sin descuidar la alimentación, la hidratación y el tratamiento médico pautado, durante los 365 días del año.

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