Entrevista

«Comer saludable puede ser creativo y divertido»

Eduardo Cifrián, responsable de la Escuela de Alimentación de la Fundación EROSKI
Por Verónica Palomo 11 de octubre de 2021
Escuela de Alimentacion Eroski educacion y salud
Imagen: Eroski Consumer

En 2013 Fundación EROSKI puso en marcha el Programa Educativo en Alimentación y Hábitos de Vida Saludables, con el propósito de dotar de herramientas a los centros educativos y las familias para poder disfrutar de una vida saludable y sostenible a través de la alimentación y el ejercicio físico. Precursores entonces, casi una década después Eduardo Cifrián, responsable de la Escuela de la Alimentación de la Fundación EROSKI, hace un balance positivo de estos años. Escuchar y responder a las “necesidades cambiantes y crecientes de las familias, con relación a la salud y a la alimentación, sigue siguiendo un reto para la Escuela, al que se suma una apuesta por lo digital como otra manera de llegar a las familias”, nos dice.

¿Por qué educar en salud empieza en las aulas?

Teníamos claro que para educar a los escolares en hábitos saludables había dos vías: la escuela y la casa. Pero cuando comenzamos con este proyecto en 2013 el acceso a Internet no estaba tan generalizado como ahora, y la única forma de llegar a todas las familias era a través de la escuela. Fue un acierto porque, además de enseñar a los escolares hábitos saludables, conseguíamos que estos reeducaran a su entorno familiar.

¿Qué feedback han recibido por parte de los profesores?

En el cuestionario que cumplimentan al finalizar el curso, los profesores valoran diferentes aspectos, como su grado de interés para los escolares, su utilidad práctica, su facilidad a la hora de impartirlo o su ajuste al resto de materias lectivas. Y debo decir que, año tras año, las valoraciones han sido excelentes, con una media de 9 sobre 10.

¿Cómo trasladar a las aulas la cada vez más creciente preocupación por una alimentación saludable?

En los ocho años de vida del programa nos hemos ido adaptando a las necesidades de la sociedad en cada momento. Cada nuevo curso hemos introducido nuevos contenidos, ejercicios y talleres prácticos con el objetivo de hacerlo más atractivo y útil. El programa tiene carácter modular, de manera que cada módulo se puede impartir de forma independiente. Cuenta con contenidos estructurados y adaptados por rango de edad desde los 3 hasta los 12 años. Cada módulo incluye material didáctico específico para los docentes y para los escolares. Dependiendo del rango de edad, los módulos incluyen cuentos, actividades experimentales y sensoriales, juegos interactivos y recursos digitales para la clase y para hacer en familia, vídeos… Todo ello está pensado para que profesores, padres y madres puedan contar con herramientas útiles y divertidas, que les ayuden de manera lúdica en su labor formativa.

¿Este programa se realiza exclusivamente dentro de la escuela?

Hasta 2020 ofrecíamos también talleres presenciales tanto en las tiendas del Grupo EROSKI como en las instalaciones de productores locales. En nuestras tiendas se enseñaba a los pequeños a realizar una compra y un menú saludables. Mientras que al acercarles a las explotaciones recalcábamos la importancia de conocer el origen de los productos que consumen. Sin embargo, la nueva realidad que nos está tocando vivir por la covid-19 nos ha llevado a sustituir estas actividades por vídeos y versiones digitales de los talleres.

¿Y las familias? ¿Cuentan con algún programa o actividad dirigido o en el que también puedan participar los padres?

Tenemos claro que la implicación de las familias es un elemento fundamental para sensibilizar a los niños sobre la importancia de llevar una alimentación equilibrada y unos hábitos de vida saludables. Aunque nos centramos inicialmente en la escuela, como ya he comentado, en la actualidad contamos en la web de la Escuela de Alimentación con material didáctico, vídeos y juegos interactivos para llevar a cabo en familia.

Plantear los hábitos saludables como un juego es la clave para que genere en ellos un impacto positivo y duradero. ¿Es cierto?

En efecto. Esa es una de las claves. Lograr que los niños y niñas se den cuenta de que comer saludable no tiene por qué ser algo aburrido y restrictivo, sino que, por el contrario, es algo que puede ser divertido, creativo y que les ayuda a sentirse bien y a ser más felices.

¿Qué tipo de actividades o acciones divulgativas han notado que son más populares, que les divierten o entretienen más?

El taller ‘El chef de la clase’, en el que elaboran un menú saludable junto con cocineros del Basque Culinary Center, tiene un gran éxito. Les encanta ponerse entre fogones. Cocineros de este centro de referencia en el mundo de la cocina les enseñan a diseñar un menú, elaborar la lista de la compra para evitar el despilfarro y, por último, los niños se ponen el delantal y aprenden a hacer platos saludables y divertidos que van desde unas patatas guisadas con bacalao a un pisto de verduras con huevo poché.

¿Podría poner algún ejemplo más?

También ha tenido mucho éxito el concurso ‘Imagine Food’ para niños y niñas de entre 6 y 12 años que ya va por su tercera edición. Los menores tienen que hacer uso de su imaginación, dibujando platos creativos y saludables que luego materializa en platos el chef Peio Gartzia. En cada edición se ha publicado un libro con una selección de dibujos y sus respectivas recetas en los que se puede ver de manera clara cómo un plato puede ser divertido y saludable al mismo tiempo. Por otro lado, el juego interactivo ‘La misión de Tix y Loy’, que hemos incorporado recientemente al programa y que permite jugar a niños y niñas de diferentes rangos de edad, está teniendo muy buena aceptación tanto por los colegios como por las familias. Es un juego de retos en los que tienen que descubrir las claves de una vida saludable y responsable.

¿Cómo hacen para que estos mensajes lleguen a niños de tres años?

Cada edad tiene unos objetivos y capacidades a desarrollar específicas que conllevan unas prácticas docentes determinadas, por lo que el programa está estructurado en tres rangos de edad: de tres a seis años, de seis a ocho, y de ocho a doce. Para cada caso, siempre guiados por docentes especialistas, generamos los recursos formativos más apropiados. En el caso de los tres años, nos centramos especialmente en la utilización de cuentos y experiencias sensoriales, para acercarles a los alimentos a través del tacto, el gusto, el olfato…

¿Cómo aborda la Escuela de Alimentación el reto de la sostenibilidad?

Desde sus inicios, el programa contempla ámbitos básicos de la sostenibilidad y la responsabilidad social relacionados con la alimentación, ya que todo ello está íntimamente relacionado. Así, contamos con un módulo dedicado al impacto medioambiental de la alimentación, ‘Cómo me alimento y cuido mi mundo’; otro, a las diferentes realidades de la alimentación en el mundo,’ Nutrición en el mundo’; así como juegos y actividades relacionados con el reciclaje y la reutilización de diferentes materiales.

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