La adolescencia es una etapa de la vida en la que tienen lugar cambios fisiológicos y emocionales muy importantes. En algunos casos, el adolescente intenta imitar el comportamiento de los adultos reproduciendo parte de sus hábitos. Algunos comienzan a fumar y también a tomar café de forma habitual. Si bien, es en la época de exámenes cuando el consumo de café por parte de los adolescentes aumenta de una forma importante, lo que hace que en muchos casos se produzcan efectos opuestos a los deseados.
Propiedades del café
A la hora de hablar de los efectos del café, es importante tener en cuenta que éstos van a depender de la cantidad de cafeína consumida. La cafeína es un alcaloide excitante del sistema nervioso central que en exceso puede crear dependencia y cuya función más importante es la de estimular la transmisión de los impulsos nerviosos entre las células nerviosas o neuronas.
Se estima que cantidades inferiores a 200 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a dos o tres tazas de café, consiguen aliviar la fatiga, tonificar el cuerpo y favorecer las funciones intelectuales al mantener despierto y en estado de alerta a quien la consume.
Además el café puede resultar útil en caso de lipotimia, ya que la cafeína proporciona un estímulo de emergencia, si bien no soluciona la causa del trastorno. La cafeína posee también un leve efecto diurético, y se elimina por la orina entre 3 y 6 horas después de haber sido ingerida.
Efectos adversos del café
Los efectos negativos del café aparecen cuando éste se toma en exceso, sin embargo en el caso de los adolescentes hay que tener en cuenta que su peso corporal es menor al de los adultos, lo que va a hacer que éstos efectos negativos aparezcan con ingestas de café inferiores. Por eso es más fácil que los adolescentes con dos tazas de café o solamente con una, empiecen a notar temblores, nerviosismo, palpitaciones o irritación gástrica, ya que la cafeína aumenta la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina en el estómago.
Además el exceso de café provoca la aparición de otros síntomas como insomnio y menor capacidad de rendimiento, sobre todo en personas que no están habituadas a su consumo. Por ello, en época de exámenes si se toma café es recomendable hacerlo en cantidades moderadas, es decir, no conviene tomar más de dos tazas al día.