Greenpeace inicia una campaña para comprobar si se están etiquetando correctamente los alimentos transgénicos

Los "observadores de transgénicos" certificarán que los productos con OGM's lo mencionan correctamente en la etiqueta
Por EROSKI Consumer 17 de mayo de 2004

Greenpeace ha puesto en marcha una campaña para comprobar si los fabricantes y distribuidores de alimentos están aplicando correctamente la nueva normativa europea de etiquetado de alimentos y piensos transgénicos.

Según informó la organización ecologista en un comunicado, sus «observadores de transgénicos» recorrerán en los próximos meses establecimientos de toda España analizando el etiquetado de los productos, para averiguar si aquellos que contienen organismos genéticamente modificados (OGM’s) lo mencionan correctamente en la etiqueta.

El comunicado Greenpeace recuerda que el pasado 18 de abril entró en vigor la nueva legislación europea sobre etiquetado y trazabilidad de alimentos y piensos modificados genéticamente, que obliga a etiquetar los alimentos que contengan transgénicos y aquellos con ingredientes producidos a partir de los mismos.

«Esto constituye un paso adelante para la libertad de elección de los consumidores, pero queremos reiterar que no se etiquetarán la leche, la carne o los huevos derivados de animales que hayan sido alimentados con transgénicos», declaró Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos. En este sentido, denunció que es «es vergonzoso» que siga sin reconocerse el derecho de los consumidores a saber si la leche, la carne, los huevos y sus derivados proceden de OGM’s, ya que el 80% de las cosechas transgénicas se utilizan para la producción de piensos compuestos.

Carrasco subrayó además que «no se dan las condiciones legales que garanticen la inocuidad de los transgénicos y protejan los cultivos convencionales de la contaminación que provocan estas peligrosas cosechas», cuando la Unión Europea (UE) está a punto de levantar la moratoria de transgénicos instaurada en 1998.

En cualquier caso, el responsable de Greenpeace reconoció que, «aún siendo deficitaria, existe una legislación de etiquetado que, al menos en parte, garantiza el derecho de los consumidores a elegir si quieren o no ingerir derivados directos de cosechas transgénicas».

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