Investigadores gallegos registran el primer pimiento de Padrón que no pica

Pretenden desarrollar un método que permita conocer de antemano si las plantas generarán o no pimientos picantes
Por EROSKI Consumer 6 de agosto de 2008

La variedad Entenza ha sido registrada por investigadores de la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia como la primera de pimiento de Padrón que no pica. Ello ha sido posible tras un laborioso proceso de selección que permitió eliminar las sustancias responsables del picor.

Los técnicos trabajan actualmente en la eliminación del picor de la variedad lucense Mougán y han iniciado un nuevo estudio para analizar el nivel de capsicinoides -sustancias que originan el picor- en los pimientos gallegos. En un futuro, aspiran a disponer de un método que permita al agricultor conocer en un momento temprano si las plantas generarán o no pimientos picantes. Así, los investigadores pretenden definir las diferentes variedades de pimientos gallegos, en función del nivel de sustancias responsables del picor que contenga.

Si bien los de Padrón son los más conocidos, existen otras variedades autóctonas. De hecho, y según las cooperativas agrícolas, el 90% de la producción en Galicia en 2006 estuvo conformada por especies propias de la comunidad. Una de las finalidades de la Xunta es la mejora de la variabilidad genética de las especies, por lo que la Consellería de Medio Rural está tramitando actualmente el reconocimiento de la Denominación de Origen Protegida para cuatro variedades de pimiento, que son la de Herbón, O Couto, Oímbra y Arnoia.

Conocer la diversidad de los pimientos gallegos permitirá trabajar en su calidad y diferenciación, dos aspectos cada vez más valorados por los consumidores, según explicó el director general de Investigación, Gonzalo Flores.

Otra de las tareas en la que se han embarcado los investigadores de Medio Rural es la de combatir la denominada «enfermedad de la tristeza» que afecta a la producción de pimientos, ya que esta patología es la que causa más perdidas al sector. El primer síntoma de este mal se aprecia escasos días antes de la muerte de la planta, por lo que ya es demasiado tarde para atajar la enfermedad. Además, los productos químicos para combatirla tienen una eficacia limitada y la desinfección de las parcelas suele ser costosa y de carácter obligatorio, pues si no se realiza, los terrenos tienen que permanecer sin cultivo de pimiento durante varios años.

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