La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority, EFSA) inauguró ayer su sede definitiva en Parma (norte de Italia). La ciudad italiana acogió el primer consejo de administración de este organismo, después de más de dos años de funcionamiento provisional en Bruselas.
Parma fue elegida por el Consejo Europeo el pasado mes de diciembre para acoger la sede de la EFSA entre otras candidatas como Barcelona (España), Lille (Francia) y Helsinki (Finlandia).
Representantes del Gobierno italiano y del organismo europeo firmaron ayer el tratado de transferencia de sede, que «será completado con acuerdos suplementarios que concernirán a los edificios, locales y terrenos que se destinen a la EFSA», informó un comunicado oficial.
El tratado, que deberá ser ratificado por el Parlamento italiano, regula las condiciones jurídicas y materiales de la instalación y funcionamiento de las estructuras de la EFSA en Italia, así como los privilegios, facilidades financieras e inmunidad de sus miembros.
Mejora de las infraestructuras
El Ejecutivo italiano ha invertido hasta el momento más de 350 millones de euros para adecuar las estructuras de la ciudad de cara a la instalación de la sede de la EFSA, con acciones como la mejora del aeropuerto y la estación ferroviaria, así como el aumento de los niveles de seguridad de la ciudad.
El director ejecutivo de la Autoridad, el británico Geoffrey Podger, aseguró que el traslado de los miembros de la EFSA a Parma se está llevando a cabo con rapidez, aunque precisó que aún quedan algunos puntos por resolver, como determinar cuáles serán los edificios que alberguen las diferentes oficinas. Está previsto que en los próximos dos años lleguen a la ciudad parmesana entre 250 y 300 personas para trabajar en el organismo europeo.
La EFSA se constituyó a finales de enero de 2002 con el objetivo de ofrecer asesoramiento científico independiente sobre legislación y políticas comunitarias, en los ámbitos relacionados con la seguridad de los alimentos y los piensos.
