La prolongación del periodo de lactancia y una dieta con gluten disminuyen el riesgo de ser celiaco

Se calcula que uno de cada 80 niños españoles sufre esta enfermedad
Por EROSKI Consumer 16 de mayo de 2012

La prolongación del periodo de lactancia puede llegar a disminuir en un 60% el riesgo de ser celiaco, siempre y cuando se introduzca el gluten a partir de los cuatro meses de edad. Esta enfermedad se caracteriza por una intolerancia al gluten y se calcula que uno de cada 80 niños españoles la sufre.

El presidente de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Luis Peña, explica que la leche materna contiene un «gran número» de componentes que ayudan y protegen al niño a través de una serie de mecanismos biológico complejos, entre los que se incluyen la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de la tolerancia frente a antígenos alimentarios.

Los profesionales médicos señalan que los niños celiacos muestran una predisposición genética a la enfermedad por lo que, a su juicio, contar con familiares celiacos constituye un factor de riesgo añadido importante. En este sentido, aunque la patología puede surgir a lo largo de toda la vida de una persona, datos del estudio «REPAC» reflejan que la edad media del diagnóstico es de 3,7 años, con un 42% de los diagnósticos en niños de entre dos y seis años. Además, el 70% de los casos muestra formas denominadas clásicas -con diarrea crónica, pérdida de peso y distensión abdominal-, aunque el síntoma más frecuente en menores de seis años es la distensión abdominal y, en los mayores, la disminución del apetito y la deficiencia de hierro.

Los médicos coinciden también en señalar que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo como, por ejemplo, la osteoporosis y la osteopenia. Además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a esta patología. En este sentido, Peña insiste en que la mejor garantía de un diagnóstico a tiempo y eficaz pasa por garantizar una asistencia especializada. «Es fundamental que los menores sean atendidos por el especialista pediátrico, el único conocedor de los criterios diagnósticos necesarios para ofrecer un correcto manejo de la enfermedad», indica tras reiterar la importancia del reconocimiento oficial de las especialidades para preservar esa atención de calidad.

El hecho de que sean especialistas pediátricos los que atienden a los pacientes celiacos ha hecho que se diagnostiquen cada vez más casos, hasta llegar incluso a multiplicar por 10 el número de casos con respecto a los años 90 y situar a España entre los países europeos con mayor incidencia en población infantil. «Estamos en la media europea en número de casos, pero gracias a la formación de nuestros pediatras y a las nuevas técnicas de diagnóstico somos capaces de incrementar la detección, lo que prevendrá múltiples enfermedades en el futuro», concluye Peña.

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