La UE decidió ayer suspender las importaciones de productos animales de China para consumo humano o para su uso en alimentación animal. La medida ha sido adoptada tras detectarse deficiencias del sistema de control de residuos y problemas relacionados con el uso de sustancias prohibidas en el ámbito veterinario. Asímismo se han encontrado restos de cloranfenicol, un antibiótico con riesgos para la salud. Los productos afectados son la miel, la carne de conejo y aves de corral, crustáceos, entre otros.
El Comité Veterinario Permanente (CVP) de la UE dio su visto bueno a la propuesta de la Comisión Europea para suspender las importaciones a Europa de productos chinos de origen animal destinados al consumo tanto humano como de los animales. «Esta suspensión entrará en vigor en breve con la adopción de la decisión por parte de la Comisión Europea», explicaron fuentes comunitarias a través de un comunicado, en el que precisan que los productos que ya están en camino hacia la UE deberán pasar una serie de controles reforzados en los estados miembros de destino.
Los productos más afectados por la propuesta del CVP, «en términos de volumen», son la miel, la carne de conejo, aves de corral y algunos crustáceos, como las gambas. Los miembros del CVP, integrado por expertos veterinarios de los Quince, se pronunciaron a favor de paralizar su importación, tras los resultados de una reciente misión europea que se desplazó al país afectado y constató «serias deficiencias» en los sistemas puestos en marcha por las autoridades chinas en materia de control y uso de sustancias prohibidas.
Finales de febrero
La normativa comunitaria en esta materia estipula una serie de medidas que deben adoptarse en cualquier importación de países terceros, con el fin de evitar riesgos para la salud humana o animal. «La Comisión volverá a examinar la situación junto con los estados miembros antes de finales de febrero» y, según las fuentes, su intención es trabajar de forma conjunta y de inmediato con las autoridades chinas, con vistas a poner en marcha las medidas necesarias para reanudar el comercio.
La Comisión precisa que en algunos de los productos prohibidos se detectó la presencia de «chloramphemicol», una sustancia que supone un riesgo potencial para la salud humana, cuyo uso está prohibido en la alimentación animal desde 1994 y que sólo se utiliza en muy contados casos para elaborar medicamentos.
Según los datos divulgados por el Ejecutivo comunitario, las importaciones que se verán afectadas por el embargo alcanzaron un valor total de 327,7 millones de euros en el año 2000. China podrá, sin embargo, seguir exportando a la Unión una serie de productos, en su mayoría procedentes de la pesca en mar abierto, cuyo comercio con la UE alcanzó los 400,4 millones de euros en ese mismo año.
La decisión, que adoptará de forma definitiva la Comisión en los próximos días, será revisada en función de la información que las autoridades chinas ofrezcan y de los resultados de las inspecciones comunitarias.
Por otra parte, la Policía Municipal informó ayer de la incautación, en tres tiendas del barrio de Castillejos de Madrid regentadas por chinos, de varios centenares de botellas de licor de contrabando que carecían de los correspondientes aranceles aduaneros, así como de 3.162 cajas de medicamentos de diseño sin registro sanitario y de 558 unidades de alimentos caducados que vendían a compatriotas en esos establecimientos.
