Los trastornos alimentarios llevan a los colegios a aconsejar a los padres sobre qué deben comer los niños en el recreo

El 14% de la población española entre 2 y 25 años padece obesidad, según estudios de distintas asociaciones
Por EROSKI Consumer 10 de noviembre de 2003

La preocupación de los colegios acerca de la alimentación de sus alumnos es cada día mayor. Teniendo en cuenta los trastornos alimentarios que se dan con frecuencia entre la población infantil y juvenil, muchos centros docentes indican a los progenitores qué deben comer los pequeños durante el recreo.

Los últimos estudios presentados por la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) indican que el porcentaje de obesidad se ha duplicado en los chicos cuya edad oscila entre 2 y 25 años durante los últimos 16 años. De esta forma, el 14% de la población situada en este tramo de edad es obeso, mientras que el 26% presenta sobrepeso.

«En la actualidad existen muchos problemas familiares y falta esa formación necesaria, por lo que nuestra responsabilidad es ir educando en la alimentación sana», explica Gregoria Díaz, directora del colegio «Nuestra Señora de Guadalupe», en Mérida (Extremadura). En su opinión, falta concienciación por parte de los padres, que deberían preocuparse más por los alimentos que consumen sus hijos durante el recreo, «pero es más fácil comprar bollería».

Esa es, precisamente, una de las recomendaciones que el profesorado hace a los padres a principio de curso. «Les aconsejamos que traigan sandwichs o bocadillos, y coincidiendo con determinadas fechas, frutas del tiempo», afirma Díaz.

Elena Puértolas, directora del Colegio «Trajano», también en Mérida, añade que en su centro existe un área transversal en cuanto a la educación para la salud, una materia que se incluye en el curriculum escolar. Por este motivo, con los padres de los niños de 4 y 5 años se trata el tipo de alimentación. De esta forma, cada día un niño se encarga de traer un «desayuno comunitario», basado especialmente en galletas tradicionales.

Día de la fruta

En cuanto a los estudiantes de Educación Primaria, una vez a la semana se organiza el Día de la fruta, «ya que si no lo hacemos así, muchos chicos no la probarían», comenta Puértolas. Algo que comparte María Luisa Martínez, coordinadora de Educación Infantil del colegio «Octavio Augusto». «Nosotros, además de explicar a los padres qué deben traer sus hijos para el recreo, hacemos especial hincapié en el desayuno, que está estrechamente relacionado con el rendimiento del pequeño durante el día». En este sentido, alude a la importancia de que los progenitores complementen la formación que se le da a los pequeños en el colegio. «Es un poco triste que tengamos que indicarles el camino, cuando ellos son más responsables de la educación de sus hijos que nosotros».

En este centro se aprovechan determinadas circunstancias para mostrar a los alumnos la riqueza con que cuenta la gastronomía española. Así, y aprovechando la llegada del otoño, los pequeños han conocido el papel que juegan en la dieta los frutos secos y la fruta de la temporada. «Se trata de una actividad que repetimos en primavera, con los productos de la época, o cuando impartimos una unidad didáctica determinada», subraya María Luisa Martínez.

Según sus palabras, lo verdaderamente importante es hacer ver a los alumnos la importancia de una buena nutrición desde los primeros cursos, puesto que así continuarán respetándola en años sucesivos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube