Mi primer yogur

Los yogures pueden comenzar a introducirse en la alimentación del lactante a partir de los 8 meses de vida
Por EROSKI Consumer 10 de agosto de 2004

Gracias a la interesante composición nutricional de los yogures y de los lácteos en general, es importante que desde la infancia se acostumbre a los más pequeños a incluir estos alimentos en su dieta de forma habitual. Es conveniente que a la hora de introducir cualquier alimento nuevo, se haga progresivamente para que el niño pueda ir acostumbrándose a los nuevos sabores.

Las propiedades del yogur

Los yogures son ricos en proteínas de alto valor biológico, calcio de fácil asimilación, vitaminas del grupo B (especialmente, B2 o riboflavina) y vitaminas liposolubles A y D. En general la composición nutricional del yogur es muy similar a la de la leche, de la cual procede. Si bien existe una diferencia en cuanto a la presencia de lactosa, ya que éste azúcar está presente en el yogur en cantidades mínimas, debido a que durante la fermentación se transforma en ácido láctico. Esto supone un factor importante para los niños que padezcan intolerancia a la lactosa, ya que gracias al bajo contenido de ésta en los yogures, suelen tolerar perfectamente el consumo de estos productos.

Además, gracias a estudios científicamente demostrados, se sabe que las bacterias vivas del yogur contribuyen a equilibrar la flora bacteriana del intestino y a potenciar el sistema de defensas contra infecciones y otras enfermedades, por lo que su consumo puede ser beneficioso en caso de que el niño haya pasado un periodo de diarrea, haya seguido un tratamiento con antibióticos, o incluso para mejorar sus digestiones, ya que las proteínas del yogur son más digestivas que las de la leche.

¿Cuándo introducir el yogur en la alimentación del niño?

La alimentación complementaria del lactante o Beikost comprende cualquier alimento distinto a la leche que se utilice para alimentar al lactante durante el primer año de vida. Lo más recomendable, es que estos nuevos alimentos comiencen a introducirse en su dieta a partir de los 4 o 6 meses de vida, ya que así se evita la aparición de intolerancias, si bien en el caso del yogur, se recomienda que su inclusión en la alimentación del lactante tenga lugar a partir de los 8 meses de vida.

Pero la oferta de productos para lactantes en el mercado, del mismo modo que ocurre con cualquier otro tipo de alimento, es cada vez más extensa y variada, por lo que se pueden encontrar algunas marcas comerciales que ofertan yogures líquidos ligeramente azucarados elaborados a partir de leche de continuación, que además se presentan en envases con forma de biberón, y que pueden formar parte de la alimentación del lactante a partir de los 4 meses de vida.

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