Necesidades energéticas en función del tipo de ejercicio físico

La práctica deportiva necesita un cuerpo bien entrenado y bien nutrido, siguiendo la pautas generales que dicta la nutrición y la dietética.
Por EROSKI Consumer 23 de agosto de 2002

Todo trabajo corporal está vinculado a un esfuerzo muscular y por tanto precisa energía. La energía que requerimos para nuestra actividad corporal se añade a la que emplea nuestro cuerpo en sus funciones vitales en reposo y que es lo que se conoce como metabolismo basal (bombeo del corazón, regulación de la temperatura corporal, respiración, etc.). Dicho gasto calórico en reposo depende del sexo, la edad, la constitución y del peso de la persona. Cabe decir que, cuanto mayor es el peso corporal, mayor cantidad de energía se consume.

Necesidades de energía en función del tipo de actividad física

Cada práctica deportiva tiene unas características específicas (duración, músculos y órganos que se ponen en movimiento, lugar en la que se realiza, condiciones climáticas de temperatura y humedad, etc.), que van a condicionar el gasto energético y las necesidades de nutrientes del deportista.

Existen tablas elaboradas por profesionales de la salud y del mundo del deporte que indican el gasto energético promedio, en función del tipo de prueba deportiva y en función de los periodos de entrenamiento según el tipo de actividad, si bien lo más adecuado es realizar dichos cálculos de forma personalizada.

Recomendaciones dietéticas generales para deportes de fuerza y resistencia

Deporte de fuerza 250 g de pan integral (para todo el día). 1 litro de lácteos bajos en grasa. 130 g de carne o 150 g pescado o equivalente en huevos (en comida y cena). 350 g de fruta fresca y 250 g en zumo y 50 g de fruta seca (en desayuno, postres o entre horas). 200 g de pasta o arroz en cocido ó 200 g de patata (comida y cena). 40 g de aceite de oliva, mantequilla… (de consumo). 30 g de miel o azúcar. 40 g de frutos secos ó 60 g de galletas integrales (en desayuno, media mañana o merienda). Deporte de resistencia 250 g de pan integral (para todo el día). 700 g de lácteos bajos en grasa. 130 g de carne o 150 g pescado o equivalente en huevos (en comida y cena). 300 g de fruta fresca y 250 g en zumo y 100 g de fruta seca (en desayuno, postres o entre horas). 200 g de pasta o arroz en cocido ó 200 g de patata (comida y cena). 30 g de aceite de oliva, mantequilla… (de consumo). 50 g de miel o azúcar. 30 g de frutos secos ó 50 g de galletas integrales (en desayuno, media mañana o merienda).

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