¿Qué es la lisozima?
Se trata de una enzima que posee acciones favorables sobre el sistema inmunológico o de defensas del organismo. La lisozima presente en las lágrimas y en la saliva actúa como barrera frente a diferentes microorganismos patógenos, por lo que su deficiencia está ligada a un aumento del riesgo de infecciones. Esta sustancia también se encuentra de modo natural en el bazo, los pulmones, los leucocitos, el plasma, el cartílago y en la leche materna.
El sistema inmunológico del bebé
El bebé no va a producir por sí mismo anticuerpos que le protejan frente a infecciones y contaminaciones hasta la cuarta o sexta semana de vida. Por ello es tan importante la leche materna que le transfiere inmunoglobulinas y enzimas como la lisozima, protectora frente a las infecciones.
Respecto a las fórmulas infantiles, cabe decir que también se les añade lisozima, si bien carecen de las inmunoglobulinas que contiene la leche materna.
Es muy frecuente que una vez los bebés empiezan a ir a la guardería comiencen a sufrir infecciones debido a su gran vulnerabilidad. Si las infecciones son recurrentes o el bebé se pone enfermo con mucha frecuencia, se deberá valorar la posibilidad bajo la supervisión del pediatra de la toma de suplementos que estimulen sus defensas, además de la terapia farmacológica que corresponda.
Para saber algo más sobre la lisozima…
La lisozima, al igual que la penicilina, fue descubierta por Fleming. Su descubrimiento tuvo lugar en el año 1922 de forma casual, cuando una lágrima del investigador cayó sobre un cultivo a partir del cual descubrió esta enzima.
Gracias a la presencia de lisozima en nuestro organismo, éste es capaz de defenderse espontáneamente de numerosas infecciones. Cuando debido a diferentes situaciones patológicas descienden los niveles de lisozima, merma la capacidad del organismo para defenderse frente a las infecciones.
La lisozima por tanto, está indicada para aumentar las defensas del organismo, así como para estimular su reacción frente a infecciones. Puede utilizarse como coadyuvante de antibióticos además de poseer acción antivírica.
Algunas de sus aplicaciones son: tratamiento de infecciones buco-faríngeas, estomatitis, gingivitis o gripe, así como en casos de colitis ulcerosa.