Sustitutivos de grasas
Presentes en productos "light", logran reducir su aporte energético
- Autor: Por maitezudaire
- Fecha de publicación: jueves 22 julio de 2004
Las grasas de la dieta también son importantes
Conviene recordar que las grasas, como el resto de los nutrientes,
juegan un papel trascendental en el mantenimiento de la salud siempre que se
consuman en cantidades adecuadas. Las grasas que contienen los alimentos constituyen
una importante fuente de energía, y mejoran la textura y palatabilidad
de los mismos, además de desempeñar funciones muy importantes
en el organismo. Si bien, todos los excesos son perjudiciales y en el caso de
la grasa, el cuerpo la almacena en el tejido adiposo lo que se traduce en un
exceso de peso y en numerosas ocasiones, en un aumento de los niveles de colesterol
y triglicéridos en sangre. Según las recomendaciones de dieta
equilibrada, las grasas deben aportar el 30-35% de la energía que se
necesita cada día.
Tipos de sustitutivos
Las sustancias que se emplean como sustitutivos de grasas se pueden clasificar
en dos grandes grupos, los miméticos y los sustitutos.
Los miméticos, simulan la textura de la grasa, pero no la sustituyen totalmente, ya que no son aptos para frituras por su sensibilidad al calor y su elevado contenido en agua. Por lo general, son productos obtenidos a partir de hidratos de carbono o proteínas. Los miméticos con base en hidratos de carbono se utilizan para la elaboración de productos lácteos, salsas, postres helados, confituras, etc., mientras que los sustitutivos con base de proteínas son más utilizados en la elaboración de quesos, mayonesas, mantequillas, helados y yogures.
Los llamados simplemente sustitutos, son muy similares a las grasas desde el
punto de vista físico y químico. Se utilizan en la elaboración
de chocolate, confituras y productos horneados, y presentan la ventaja de que
pueden freírse y cocinarse a altas temperaturas, además de aportar
a los alimentos el sabor y la untuosidad propia de la grasa.
Los riesgos de la obesidad
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por
un exceso de grasa, que a su vez se traduce en un aumento del peso. Si bien,
el exceso de peso no es sólo un problema en sí mismo, ya que éste
es factor de riesgo de otras enfermedades. La primera medida a tomar si se
desea combatir la obesidad, es llevar a cabo un cambio en los hábitos
de alimentación así como seguir una dieta hipocalórica.
Pero el hecho de llevar a cabo una dieta de este tipo, no significa que haya
que dejar de disfrutar con la comida y escoger todos los productos light, ligeros
o aligerados. En estos casos, los productos elaborados con sustitutivos de grasa,
son una opción muy útil y placentera, siempre que no se abuse
de su consumo, ya que permiten hacer más variada la alimentación,
aunque se han de tener en cuenta las cantidades de consumo para no excederse
de las calorías. En la mayoría de los casos, los productos que
incluyen sustitutivos de las grasas, contienen menos calorías respecto
al original, pero no están exentos de calorías.