Este tipo de productos denominados «4ª gama» comienzan a ganar espacio en los supermercados para facilitar la vida del consumidor. Se trata de verduras y vegetales, frescos, troceados, lavados y envasados, listos para consumir o cocinar.
El objetivo de la empresas que se dedican a su producción es adaptar los productos a los nuevos hábitos de la sociedad actual y ahorrar tiempo al consumidor en la preparación de los alimentos frescos.
La caducidad de estos productos alcanza los 7-8 días y necesitan de un estricto proceso de refrigeración (entre +1 y +4º C), desde su recolección hasta su consumo, para poder mantener su calidad inicial.
La 4ª gama se presenta como una opción de mayor comodidad que los productos tradicionales: frescos (1ª Gama), conservas (2ª Gama) y congelados (3ª gama).
Con diez años de retraso con respecto a mercados como el británico, el alemán o el francés, los productos de 4ª gama se dejaron ver en las estanterías de los supermercados españoles a partir de 1989. Hoy día, se estima que ya entran en la cesta de la compra de las familias españolas en una proporción cercana al 5% y que el consumo anual alcanza las 13.000 toneladas.
Enlaces de interés:
revista.consumer.es:Ensaladas envasadas: la higiene puede mejorar