Cómo proteger a los bebés del frío en invierno

Para disminuir el riesgo de enfermar en la estación del año más friolera, los padres deben evitar exponer a los pequeños a cambios bruscos de temperatura
Por EROSKI Consumer 31 de enero de 2021
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Imagen: moisemarian

Frío, viento, lluvia, nieve,… En el invierno, las inclemencias del tiempo ya empiezan a multiplicarse. De ahí que en esta época del año los padres deban extremar las precauciones para conseguir que los pequeños disfruten también del aire libre pero sin riesgo de enfermar. En este artículo se explican las razones por las que los niños enferman más en invierno, se detalla cómo hay que abrigarlos de manera correcta para evitar un enfriamiento y se enumeran seis consejos para proteger a los bebés en el periodo invernal.

Por qué los niños enferman más en invierno

Refriados, gripes, bronquitis, neumonía… algunas de las enfermedades más comunes en los niños hacen su aparición en cuanto bajan las temperaturas. ¿Es el frío el culpable? Algunas hipótesis sugieren que la propagación de este tipo de infecciones en invierno se debe a que en esta estación se convive más en espacios cerrados con otras personas y se favorece así el crecimiento y el contagio de los virus. No obstante, una investigación reciente de la Universidad de Yale (EE.UU.) demuestra que el frío invernal debilita el sistema inmune y, por tanto, la respuesta a algunos tipos de virus es menor que en otras épocas del año.

Los expertos de FAROS, la plataforma digital de promoción de la salud y bienestar infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, apuntan también que en el caso de los bebés más pequeños hay que tener especial cuidado, ya que «su sistema inmunológico no es lo suficientemente maduro y no tienen la misma capacidad defensiva que los adultos». Estos especialistas explican, además, que los cambios bruscos de temperatura, la pérdida de eficacia por el frío de las barreras de defensa de la nariz o el aumento de circulación de virus respiratorios que provoca la lluvia son otras de las causas de la proliferación de estas enfermedades en invierno.

Cómo abrigar al bebé de manera correcta

Al tener que vestir a los niños en invierno, el objetivo debe ser intentar que su temperatura corporal se mantenga constante, no darles más calor del necesario. Por eso, los especialistas coinciden en que la mejor opción es el «modo cebolla«, es decir, por capas. Tal como afirma la Academia Americana de Pediatría (AAP), «varias capas delgadas protegen más que pocas muy gruesas» y el aire retenido entre ellas aísla mejor del exterior. Asimismo, llevar varias capas facilita que se ajuste la vestimenta al nivel de actividad del pequeño y se evitan los cambios muy bruscos de temperatura.

En el caso de temperaturas muy bajas, la AAP recuerda que es importante proteger las zonas del cuerpo más expuestas al frío. Un buen gorro y una bufanda ayudan a resguardar áreas tan sensibles en los menores como la cabeza, los oídos y la boca, mientras que unos guantes y unas botas gruesas permiten aislar de la humedad las manos y los pies, que normalmente están más fríos al ser las partes más distales del cuerpo. Por otra parte, la AAP insiste en que, para evitar casos extremos de hipotermia o congelación, es imprescindible mantener la ropa seca.

Seis consejos para proteger al niño en invierno

1. Ventilar bien las habitaciones de la casa para evitar el aire estancado. De esta manera, se impide que los virus se propaguen y se produzca el contagio.

2. Vestir al pequeño por capas y evitar abrigarlos de forma exagerada: la primera capa para alejar el sudor, la segunda para retener el calor corporal y la tercera como protección de la humedad y el viento.

3. Proteger bien la cabeza, oídos, boca, nariz, pies y manos, ya que son las zonas más sensibles a las temperaturas y se enfrían más rápido que otras partes del cuerpo.

4. Tener especial cuidado con los recién nacidos, pues tienen mayor riesgo de pérdida de calor corporal porque su piel es entre un 40 % y un 60 % más delgada y posee poca grasa subcutánea.

5. Controlar los cambios bruscos de temperatura y prestar atención a los ambientes con calefacción. Es recomendable mantener una temperatura alrededor de los 22 ºC y utilizar sistemas de humidificación para evitar la sequedad ambiental.

6. Usar protección solar también en invierno. Los rayos solares en esta época del año son dañinos para los bebés, sobre todo en las zonas de mayor altitud.

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