La ecografía obstétrica: del blanco y negro a la hiperrealidad

Desde las primeras imágenes borrosas en blanco y negro hasta las actuales recreaciones hiperrealistas en movimiento, esta técnica para obtener imágenes del bebé ha experimentado un avance extraordinario
Por Sonia Recio 22 de febrero de 2025
ecografía 5D con inteligencia artificial
La ecografía obstétrica ha transformado la atención prenatal y el seguimiento del embarazo. A través del uso de ondas sonoras de alta frecuencia, esta técnica permite obtener imágenes del feto en tiempo real, ayudando a los médicos a detectar posibles problemas y a los futuros padres a conocer al bebé antes de su nacimiento. En sus inicios, las ecografías solo proporcionaban fotos en blanco y negro. Hoy en día, tanto las ecografías 2D y 3D como las 4D ofrecen una visión mucho más nítida del feto. Ahora, gracias a la inteligencia artificial (IA), la ecografía 5D hiperrealista permite obtener imágenes más detalladas del bebé en el útero, mostrando sus movimientos y rasgos faciales con gran precisión.

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La evolución de la ecografía obstétrica

Los orígenes de la ecografía obstétrica se remontan a 1957, cuando Ian Donald, un médico inglés que trabajaba en Glasgow (Escocia), realizó los primeros estudios utilizando ecos provenientes del cráneo fetal. En las décadas posteriores, esta técnica se fue extendiendo; en 1990 ya era habitual en la atención prenatal de numerosos países desarrollados. 

La ecografía obstétrica utiliza ultrasonidos para obtener imágenes en tiempo real del feto en el útero. Funciona de manera similar al sonar de los barcos: el ecógrafo emite ondas de sonido que rebotan en los tejidos y un software convierte estos ecos en imágenes. Esto permite al médico observar la forma, movimientos y desarrollo del bebé, al tiempo que puede registrar las imágenes en vídeo o imprimirlas para un estudio posterior.

ecografía clasica
Imagen: Diana Cibotari

Principales funciones de la ecografía obstétrica

Al ser un procedimiento no invasivo y seguro tanto para la madre como para el feto, la ecografía se ha convertido en una herramienta fundamental en el seguimiento del embarazo. Estas son sus principales funciones:

  • Confirmar y datar el embarazo, estimando la edad gestacional del feto y la fecha probable de parto.
  • Evaluar el tamaño, la forma y la posición del feto, así como el desarrollo de sus órganos internos.
  • Detectar posibles malformaciones congénitas, como trastornos genéticos o defectos cardíacos, así como problemas en la placenta o el cordón umbilical. 
  • Monitorear el bienestar fetal, evaluando la frecuencia cardíaca fetal, la cantidad de líquido amniótico y los movimientos del bebé.

Ecografías en el embarazo: ¿cuándo se realizan?

Durante la gestación se realizan ecografías en distintas etapas para asegurar el bienestar tanto del bebé como de la madre. Aunque generalmente se llevan a cabo tres ecografías principales, el número puede variar según las recomendaciones médicas y las necesidades de cada embarazo.

🤰 Primer trimestre

Entre las semanas 6 y 12, se realiza una ecografía transvaginal para confirmar la gestación y evaluar el desarrollo del embrión. Se verifica la presencia del saco gestacional, el latido cardíaco fetal y se estima la fecha probable de parto.

Además, alrededor de la semana 12, se mide la translucencia nucal o pliegue nucal, lo que ayuda a detectar posibles anomalías cromosómicas. También se estudia la circulación de las arterias uterinas para evaluar el flujo sanguíneo hacia el feto.

🤰 Segundo trimestre

Entre las semanas 18 y 22 (idealmente en la semana 20), se lleva a cabo la ecografía morfológica para examinar en detalle la anatomía del feto y detectar posibles anomalías. En algunos casos, también permite conocer el sexo del bebé. Puede hacerse por vía transabdominal (en 2D o 3D) o transvaginal, según las necesidades médicas.

🤰 Tercer trimestre

Entre las semanas 28 y 32, se realiza una ecografía abdominal para evaluar el crecimiento fetal, revisar la cantidad de líquido amniótico, la ubicación de la placenta y la posición del bebé dentro del útero. 

Ecografías
Imagen: MedicalPrudens

💡 Ecografía Doppler

La ecografía Doppler no es una prueba rutinaria, pero se recomienda en gestaciones con complicaciones como hipertensión, diabetes, problemas con la placenta o el cordón umbilical, retraso en el crecimiento, sufrimiento fetal o malformaciones cardíacas. Los especialistas sugieren realizarla a partir de la semana 25 y, si es necesario, puede repetirse en el tercer trimestre del embarazo.

Esta técnica permite medir el flujo sanguíneo en las arterias, cavidades y válvulas del corazón del feto, lo que ayuda a detectar posibles anomalías en la circulación y el funcionamiento cardíaco. Además, evalúa la circulación sanguínea en el cordón umbilical, asegurando que sea adecuada. 

Tipos de ecografías obstétricas

La ecografía obstétrica ha experimentado una evolución asombrosa. Lo que comenzó como una técnica que ofrecía imágenes borrosas en blanco y negro ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta fundamental en la atención prenatal, capaz de proporcionar imágenes detalladas y en movimiento del feto. Estos son los distintos tipos de ecografías obstétricas:

🔹 Ecografía en 2D

La ecografía en 2D es la más utilizada en las consultas médicas. Las imágenes son en blanco y negro y en dos dimensiones, lo que permite evaluar los órganos y estructuras internas del feto, así como detectar anticipadamente posibles malformaciones o complicaciones. Aunque no proporciona detalles visuales del rostro del bebé, su precisión médica hace que este tipo de ecografía sea herramienta fundamental para el diagnóstico y monitoreo durante el embarazo.

🔹 Ecografía en 3D

La ecografía 3D es una evolución de la técnica 2D, permitiendo obtener imágenes tridimensionales del feto con mayor detalle y claridad. Esta tecnología mejora el diagnóstico prenatal; por ejemplo, es posible visualizar con precisión los rasgos faciales del feto y detectar con mayor facilidad malformaciones externas, como el labio leporino

🔹 Ecografía en 4D

La ecografía 4D es una evolución de la 3D que permite ver al feto en movimiento y en tiempo real, captando gestos, bostezos y sonrisas con gran detalle. Para obtener imágenes de calidad, es esencial que haya suficiente líquido amniótico entre la sonda y el bebé.

El mejor momento para realizarla es entre las semanas 25 y 32 de embarazo, cuando el feto tiene un tamaño y posición óptimos para una visualización clara.

🔹 Ecografía en 5D e hiperrealista

La ecografía 5D genera imágenes tridimensionales del feto con una claridad asombrosa. Mediante la optimización del color y la iluminación, deja visualizar con gran detalle los rasgos faciales, los movimientos y las expresiones del bebé, fortaleciendo el vínculo emocional con los padres antes del nacimiento.

Recientemente, la inteligencia artificial (IA) se ha incorporado a esta técnica con las ecografías hiperrealistas. Mediante avanzados algoritmos, las imágenes en 3D, 4D y 5D se optimizan para mejorar su calidad y definición. Además, esta tecnología permite reconstruir las partes no visibles del rostro y generar una simulación bastante aproximada de cómo se verá el bebé al nacer.

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