Naprotecnología, en busca de superar la infertilidad por medios naturales

La naprotecnología pretende hallar soluciones para las mujeres que no pueden quedarse embarazadas, sin tener que recurrir a la fecundación in vitro
Por Cristian Vázquez 13 de febrero de 2017
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Imagen: monkeybusiness

La naprotecnología es una técnica que busca superar ciertos problemas de infertilidad por medios naturales. La clave del tratamiento consiste en hallar las razones por las que una mujer o una pareja no pueden lograr el embarazo y, en consecuencia, adoptar medidas para actuar contra esos motivos, como la toma de suplementos, de medicación o el cambio de hábitos, en lugar de recurrir a la fecundación in vitro. Este artículo explica todo lo que hay que saber de esta tecnología de reproducción natural que acaba de comenzar a dar sus primeros pasos. Además, señala que un suplemento hormonal puede ser la clave para conseguir la gestación.

Naprotecnología, tecnología en busca de la procreación natural

La llamada naprotecnología se presenta como una técnica que ayuda a superar ciertos casos de infertilidad a través de medios naturales. Es decir, busca que las parejas con dificultades para lograr un embarazo agoten todas las posibilidades de hacerlo sin tener que recurrir -por motivos éticos o de otro tipo- a la fecundación in vitro. Su nombre, de hecho, es un acrónimo de la expresión «tecnología de procreación natural». Para ello, los médicos que la practican procuran identificar las causas que afectan a la fertilidad y aplicar un tratamiento con el fin de restaurarla.

La técnica fue desarrollada en Estados Unidos hacia finales de la década de 1970 y ha llegado a España hace muy pocos años. La pionera en nuestro país fue la ginecóloga María Victoria Mena, que vive y tiene su consulta en Zaragoza. Desde 2014 cuenta con el reconocimiento habilitante para practicarla, emitido por el Instituto Pablo VI de Omaha, Nebraska (Estados Unidos). Además de ella, solo otras dos médicas cuentan con tal habilitación, una de Madrid y la otra de Pamplona. Hasta el momento, hay registrados cuatro nacimientos en España gracias a esta técnica.

Fundamentos esenciales de la naprotecnología

Según María Victoria Mena, los fundamentos esenciales de la naprotecnología son cuatro: «El correcto diagnóstico y tratamiento médico o quirúrgico de las enfermedades y condiciones que afectan a la fertilidad para que la concepción ocurra de un modo completamente natural; el respeto a la naturaleza del ciclo fértil de la mujer y del acto conyugal; el respeto a la dignidad de las personas y del matrimonio; y la educación y participación de los pacientes en el conocimiento y cuidado de su propia fertilidad mediante el método Creighton».

El método Creighton es un tipo de análisis del moco cervical de la mujer. Se trata de una variante del llamado método Billings, que permite conocer las fechas de fertilidad e infertilidad a través de la observación de esta sustancia. A través del método Creighton «se tiene en consideración todo el ciclo femenino para poder evaluarlo de manera sistemática», aclara Ana María Ramírez, monitora de esta técnica. De esa forma, añade Ramírez, «se pueden reconocer otros biomarcadores que proporcionan información sobre el ciclo de la mujer y sobre su estado de salud».

La doctora Mena explica que, a partir de los registros de los ciclos de las pacientes realizados por medio del método Creighton, junto con análisis de sangre y otras pruebas básicas, es como los expertos pueden detectar las causas de la infertilidad y plantear tratamientos «en cooperación con el ciclo fértil femenino para restaurar su normalidad«.

Un suplemento hormonal como una forma de mejorar la fertilidad

La web naprotec.es, que difunde la naprotecnología en España, fue desarrollada por Jordina Fabrés y Venancio Carrión, una pareja de Barcelona que logró tener un hijo a través de esta técnica después de cinco años de intentos infructuosos y consultas con distintos médicos.

El tratamiento por naprotecnología, guiado por la doctora Mena, permitió comprobar que Fabrés tenía una carencia de progesterona, hormona que prepara el útero para alojar el óvulo fecundado. Los biomarcadores obtenidos a través del método Creighton permitieron establecer el día exacto en que la mujer debía tomar un suplemento de progesterona para favorecer la concepción. Los estudios también desvelaron que Carrión padece la enfermedad celiaca, por lo cual se le indicó un cambio en sus hábitos alimenticios.

En esto consiste la propuesta de esta técnica: tratar de corregir los problemas con suplementos hormonales, cambios de hábitos y otros procedimientos en lugar de la fecundación en laboratorio. A los diez meses de comenzar el tratamiento, Fabrés se quedó embarazada. El bebé nació en noviembre de 2016.

Una técnica que da sus primeros pasos

Los expertos vinculados con la naprotecnología -como Mena, Ramírez y también Helena Marcos, otra de las médicas españolas con habilitación oficial para aplicarla- destacan que esta técnica genera muchas expectativas. Sin embargo, conviene ser cautelosos: el procedimiento apenas ha dado sus primeros pasos, y lo que hay por ahora son algunos pocos casos, que no permiten ni siquiera elaborar estadísticas al respecto.

El origen y desarrollo de la naprotecnología está relacionado con cuestiones éticas hacia la fertilización asistida, que surgen sobre todo desde ciertos sectores religiosos, que critican desde prácticas como la donación de óvulos y de semen hasta la manipulación y destrucción de embriones humanos implicados en cualquier proceso de fecundación in vitro. Pero, por supuesto, esta posibilidad está abierta a cualquier persona o pareja que desee buscar un embarazo a través de esta técnica.

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