Segundo embarazo, ¿menos atenciones?

El segundo embarazo se vive con mayor tranquilidad y confianza, que son claves para no desatender la crianza del hijo mayor
Por Cristian Vázquez 31 de agosto de 2015
Img segundo embarazo mimos hd
Imagen: oksun70

El primer embarazo es un auténtico universo por descubrir, lleno de sorpresas para la madre y su pareja. El segundo, en cambio, se vive de otra manera: con más tranquilidad, por haber estado ya en esa situación, y más cansancio, ya que la gestación se combina con la crianza del niño mayor. Pero ¿se destinan menos atenciones al segundo embarazo? Este artículo destaca similitudes y diferencias entre ambos procesos y cómo el segundo se presenta como la oportunidad de aprender de nuevo lo ya aprendido y una continuación del aprendizaje.

Segundo embarazo: más confianza y más cansancio

Img embarazo estrenim
Imagen: photo-deti

La experiencia de haber pasado por una situación hace que la segunda vez se viva de otra manera. Por lo general, uno está más tranquilo, con más confianza, ha adquirido otra seguridad y cree que está mejor preparado para estar de nuevo allí. Pero ¿de qué manera se aplica esto a los embarazos? El segundo es distinto del primero, pero ¿se le presta menos atención? ¿Son menores los cuidados durante la gestación de un segundo bebé?

Cada caso es distinto y hay situaciones de toda clase, aunque en algunas cuestiones parece haber acuerdo: en las mujeres que ya han pasado por (al menos) un embarazo, la sensación de malestar durante la gestación es mayor, pero las preocupaciones son menos. A esa conclusión llegó un estudio realizado por expertos de Estados Unidos y publicado en la revista especializada Journal of Obstetric, Gynecologic & Neonatal Nursing.

Tiene sentido. Las preocupaciones son menores porque, gracias a la experiencia adquirida, es más sencillo reconocer lo que es importante y lo que no lo es tanto. El malestar, en particular el cansancio y la fatiga, se corresponde con el hecho de que, a diferencia del primer embarazo, cuando toda la energía podía estar dirigida hacia él, ahora hay otro hijo al que atender.

Similitudes y diferencias entre el primer y el segundo embarazo

Los blogs Centímetro News y MoontsEsteban publicaron sendas infografías para resumir las principales similitudes y diferencias que se aprecian entre el primer y el segundo embarazo.

En ellas se ve que la sensación de «mi vida va a cambiar» al recibir la noticia de la primera gestación, en el segundo caso es sustituida por el hecho de que ambos niños «solo se llevarán 20 meses». El «baile de hormonas con cambio de personalidad» del primer caso deja lugar al cansancio por tener otro bebé que cuidar. Lo que en el primer embarazo era hablar mucho con el pequeño, lecturas y paranoias varias, en el segundo es hablar con el bebé en la barriga «cuando me acuerdo o patalea», porque el resto del tiempo se habla y se canta al niño que ya ha nacido. En el primer caso todo es nuevo y se aprende sobre la marcha, con ilusión, miedo e «hiperconciencia», mientras que en la segunda gestación se disfruta de lo que ya se sabe, se aprenden cosas nuevas y se vive con ilusión, normalidad y cansancio.

Aprender de nuevo lo ya aprendido

Por supuesto, no todo es tan matemático. Consultado acerca de si el segundo embarazo representa menos atenciones o si es solo que, gracias a la experiencia, se dramatizan menos algunos asuntos, David Lay, padre bloguero de Y Papá También, afirma que hay «todo un poco y nada de eso a la vez».

Img linea alba 2 arti
Imagen: sframe

Lay se refiere al hecho de que, aunque se crea que la experiencia de la primera gestación valdrá para tener controlado el segundo, «después resulta que no, que es todo lo contrario: las cosas son totalmente diferentes y lo que tenías aprendido con el primero no te sirve con el segundo«. ¿Qué sucede entonces? Pues que «se vuelve a aprender lo ya aprendido, pero desde otra vertiente». Es una nueva adaptación, considera el bloguero, quien cree, además, que las cosas que se automatizan durante el primer embarazo «son mínimas» en relación con las diferencias del segundo.

Nabil Canyelles -otro padre bloguero, responsable de Hijitis Aguditis– lo explica a su manera: «El primero paga un poco los platos rotos por ser el primero, y aprendes con él para el segundo. Pero el segundo paga los platos rotos de que tú no quieres pasar ya por los mismos errores, y quizá ya no le dedicas todo el tiempo que le dedicas al primero, en ciertos aspectos de la crianza o del día a día».

Compartir el segundo embarazo con el primer niño

Carolina Sánchez es, entre otras cosas, asesora de lactancia, crianza, porteo y pañales de tela, además de madre bloguera, responsable de Minerva y su mundo. Durante su segundo embarazo, lamentó las consecuencias que la gestación tenía sobre la relación con su primera hija. «Me da rabia no poder estar con ella -escribió- y no poder aprovechar ahora el tiempo que nos queda ‘solas’«.

Pero Sánchez sabía que es una situación temporal y que luego volvería a tener todas las energías para su familia. «Hemos querido compartirlo desde el principio con nuestra hija mayor, para que ella lo viva también de manera cercana, natural y divertida», destacó.

El segundo embarazo como continuación del aprendizaje

La forma en que se vive el segundo embarazo es diferente con respecto al primero. No se trata necesariamente de que se le dediquen menos atenciones, sino que la tranquilidad de la experiencia previa y las exigencias del niño mayor establecen otras condiciones. A partir de ellas continúa el aprendizaje.

Como afirma Montse Esteban en su blog, en la segunda gestación “no tienes el mismo tiempo pero vas más segura porque tienes experiencia y eso hace que te preocupes menos por todo. Así que los momentos en los que (por fin) estás a solas y relajada los disfrutas muchísimo más. No hay miedo ni dudas, simplemente sentir“.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube