Aprovechar restos de algún tejido para confeccionar una alfombrilla

El excedente de lana de otros trabajos sirve para tejer sobre arpillera
Por EROSKI Consumer 22 de abril de 2003

Los aficionados a las manualidades son unos auténticos expertos en sacar provecho de piezas ya olvidadas, reciclándolas para un nuevo uso. Éste puede ser el caso de las alfombrillas confeccionadas a partir de retales, restos de lana, hilo u otros tejidos. Estas pequeñas alfombras son especialmente útiles para cuartos de baño o habitaciones infantiles.

Para llevar a cabo esta tarea se va a utilizar como base de trabajo una arpillera, que para los no iniciados en la materia, se trata de un tejido muy resistente, habitualmente de estopa, que se utiliza para proteger determinadas cosas del polvo y el agua. La alfombrilla puede tener las dimensiones que uno quiera, pero normalmente se trata de una pieza de reducidas dimensiones. Si es la primera vez que va a realizar una actividad de este tipo, planifique una alfombrilla de 50 centímetros de ancho por 75 centímetros de largo, aproximadamente.

Hágase con la arpillera y recorte una pieza que tenga siempre 5 centímetros más, tanto de largo como de ancho. Establezca el marco sobre el cual va a trabajar, obviando los 5 centímetros añadidos y dibuje sobre la arpillera, con un rotulador, el diseño que quiera confeccionar. A los principiantes se les aconseja dibujar líneas rectas o sencillas y sin mucha variedad cromática (bicolor o tricolor a lo sumo).

Posteriormente, coja los restos de lana de que disponga y córtela en tiras de 30 ó 40 centímetros de largo. Con la ayuda de un gancho especial para alfombras, pase la lana de la parte posterior de la arpillera a la cara frontal, de tal manera que la lana sobresalga a modo de lazo alrededor de 2 ó 3 centímetros con respecto a su base, la arpillera. Paulatinamente, vaya repitiendo esta acción hasta acabar con la tira y, a continuación, vaya cogiendo otras hasta acabar el fragmento del diseño que tenga el mismo color.

Con paciencia vaya acabando este proceso que se culminará con el remate de los bordes. Recuerde que había dejado 5 centímetros de arpillera sin tejer, que es la que ahora se encargará de doblar hacia la parte posterior de la alfombrilla y que fijará a la misma aplicando cola especial para tejidos. Con unos clips grandes o unas simples pinzas conseguirá que los bordes se unan perfectamente a la parte de atrás de la alfombrilla.

Por último, con el fin de cerrar la confección de la parte de atrás de la alfombrilla, se cortará un trozo de arpillera que tenga las mismas dimensiones que la propia alfombrilla al que añadirá 3 centímetros de lado, que será lo que utilice para practicar un dobladillo y unir finalmente esta pieza de arpillera a la alfombrilla.

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