La intensidad y variedad en el colorido de las hojas de las plantas no está sujeta a los cambios de estación o temperatura, al contrario que lo que ocurre con la floración. No obstante, hay una serie de cuidados básicos que deben de tenerse en cuenta para conseguir aumentar la intensidad y variedad de los matices cromáticos de sus plantas.
Lo primero hay que evitar que la planta se seque para que las hojas no adopten un color marrón. Además, hay que tratar de eliminar todas las hojas que no sean variegadas o de diversos colores, porque si predominan los verdes la planta acabará siendo toda de ese color. Por otro lado, la presencia de hojas de un color uniforme en ejemplares variegados afea su aspecto.
A las plantas de hojas de color blanco, ocre, y amarillo hay que proporcionarles la mayor cantidad de luz solar posible, pero de manera indirecta. Con ello también se evitará que el verde sea el color predominante.
En cualquier caso, la mejor forma de evitar la pérdida de color consiste en asignarles una dosis de fertilizante líquido una vez al mes, salvo a lo largo de los meses invernales. También cabe recordar que un exceso de abono puede producir un efecto no deseado, como algunas alteraciones en los colores de las hojas.
