Si observa que las paredes de su vivienda presentan rajas, fisuras o que pierden la capa de pintura, lo primero que ha de hacer es tratar de conocer el origen del problema. Generalmente serán las causantes la humedad, una incompatibilidad de materiales o falta de limpieza de la pared, cuando sea la pintura la que se desprenda. Sin embargo, estas mismas consecuencias pueden producirse por problemas más graves, como el desplazamiento del suelo o de los cimientos.
En estos casos lo más recomendable es consultar con un profesional, porque si resultan dañados los cimientos o muros de carga la casa se puede venir abajo. Pese a todo, se puede intentar consolidar la estructura de alguna parte de la vivienda si se vea atacada por las inclemencias del tiempo o por la humedad provocada por el paso de un río cercano.
Podemos tratar de atajar el problema creando un muro de contención que sea quien reciba la acción de los factores externos, en lugar del de la propia vivienda. Otras opciones pasan por simplemente reforzar la endeble estructura del muro a través de capas de imprimación penetrante o reforzarlo mediante mallas de fibra de vidrio.