Si somos aficionados a la lectura y disponemos en nuestro salón de algunas revistas con las que pasar el rato debemos buscarles una ubicación para evitar que le den un aspecto desordenado a la estancia.
Una opción pasa por destinar a la lectura un pequeño espacio para lo que contaremos con la ayuda de una mesa sobre la que ubicar las revistas y una lámpara apantallada que haga que la luz de la bombilla se desplace hacia abajo.
Otra posibilidad más común consiste en fabricar un sencillo revistero de madera en el que colocar las revistas y tenerlas siempre a mano. Para ello, tan sólo tendrá que cortar cuatro travesaños de la misma medida, que unirá dos a dos en su centro con un tornillo y una tuerca, de forma que el revistero pueda plegarse. Para afianzar su estructura, puede colocar dos travesaños que unan las esquinas de los trozos de madera en forma de aspa, a ellos podrá fijar un trozo de tela, que se encargará de albergar las revistas, y puede tener el mismo diseño y colorido que las cortinas de la estancia, para que se integre el revistero en la decoración.
Para acoplar toda la estructura, usaremos cola de carpintero y clavos de punta perdida. En este caso se ha optado por no decorar el mueble para dotarle de un aspecto desenfadado y antiguo, aunque podría haberse pintado de un color acorde con la decoración circundante, o bien emplear una tonalidad rojiza o azul que lo haga destacar.
