Si no ha tenido la precaución de colocar bajo sus plantas de interior un plato que recoja el excedente de agua o la tierra que se puede originar al regar es posible que aparezcan restos de humedad que afean la superficie de su suelo.
Si la mancha es clara podrá tratar de eliminarla o disimularla aplicando sobre ella lejía caliente, frótela con un cepillo de raíces en el sentido de la veta y aclare abundantemente, cambiando el agua de aclarado cada cierto tiempo.
Para las manchas oscuras utilice agua oxigenada de 110 volúmenes. Aplíquela con un pincel y déjela actuar, repitiendo la aplicación sucesivamente hasta comprobar que se ha aclarado la mancha. Una vez seca el agua oxigenada podrá barnizar de nuevo la zona decolorada para conseguir que el desperfecto se note lo menos posible.