Consejos para combinar los diferentes tamaños de grava en el jardín

Las dimensiones del espacio que vaya cubrir determinarán su elección
Por EROSKI Consumer 9 de junio de 2004
Img gravap

La utilidad de la grava como elemento decorativo y como superficie práctica en cualquier jardín es sobradamente conocida. El sonido que produce al pisarla, el colorido que aporta al terreno y el escaso mantenimiento que requiere convierten a la grava en una de las mejores opciones para cubrir determinados espacios de un jardín.

Como ya ha sido comentado en otras ocasiones, existe grava de diferentes tamaños y colores para ser mezclada, pero la clave está en cómo combinarla. La opción más recurrida es mantener el color y el tipo de los bolos o piedras y centrarse en combinar los tamaños. Como premisas generales, conviene mantener la uniformidad cromática y utilizar piedras de un tamaño u otro en función de las dimensiones de la superficie que se vaya a cubrir (más grandes para amplios espacios y más pequeñas para zonas limitadas).

La imagen muestra un ejemplo de cómo las piedras de pequeñas dimensiones cubren las escaleras, un espacio muy acotado, mientras que la superficie contigua, un patio, está pavimentada de grava de mayor tamaño.

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