La pintura en aerosol es muy práctica cuando se deben pintar superficies no muy grandes u objetos con rincones o detalles difíciles de alcanzar con brocha o rodillo. Con el aerosol se tarda menos, pero es importante tener en cuenta una serie de consejos para asegurarse de que el trabajo se realizará con éxito. Este artículo ofrece las principales claves para la preparación y la tarea de pintar con aerosol, además de consejos para decorar con este tipo de pintura.
Preparación para pintar con aerosol
La pintura en aerosol es apropiada para ciertas tareas, en particular cuando se trata de pintar superficies no demasiado grandes o de objetos con rincones o detalles en los que es difícil trabajar con rodillo, pincel o algún otro método. Pintar con aerosol, al igual que las demás formas de aplicar pintura, requiere algunos preparativos y procedimientos especiales.
Conviene pintar con aerosol en días que no haga mucho frío ni mucha humedad, pues estas condiciones dificultan su adherencia
En primer lugar, hay que tener en cuenta que los botes de aerosol incluyen sustancias tóxicas, cuya inhalación ocasiona mucho daño. Por lo tanto, se debe procurar utilizar esta pintura en exteriores o bien en espacios con muy buena ventilación. Además, es importante el uso de mascarillas. Incluso, si la labor ha de durar mucho tiempo o si se emplearán pinturas especiales, más tóxicas, puede que sean necesarias mascarillas más sofisticadas, que brinden una mayor protección.
Por otra parte, también se recomienda el uso de guantes y gafas de protección. Esto se debe a que este tipo de actividad genera muchas salpicaduras, que pueden irritar los ojos y la piel. Además, facilita la limpieza posterior y evita la necesidad de utilizar sustancias abrasivas al lavarse las manos. Debido a los mismos motivos, conviene emplear calzado y ropas viejas o de trabajo, que se puedan manchar sin que importe demasiado.
Acondicionar el entorno de trabajo
También hay que tomar precauciones en la zona que rodea la superficie o el objeto que se ha de pintar. Para proteger el suelo, se puede emplear papel de periódico, que conviene distribuir en varias capas. Otros materiales útiles para esta tarea son plásticos o incluso telas, como sábanas que ya no se usen. Además, es aconsejable tener a mano trapos u otros materiales para quitar cualquier mancha imprevista.
Con respecto al entorno de trabajo, dos recomendaciones más. Por un lado, elegir, si es posible, días en los que no haga mucho frío ni mucha humedad, ya que estas dos condiciones dificultan la adherencia de este tipo de pintura. Por el otro, si se tienen mascotas y se realiza este trabajo en casa, no permitir que estén cerca, pues ellos carecen de protección y los gases y las salpicaduras pueden hacerles daño.
Claves para aplicar la pintura en aerosol
Una vez acondicionada el área de trabajo, se debe preparar la propia superficie que se ha de pintar. Para ello, lo principal es garantizar que esté limpia y posea cierta rugosidad, para que la pintura se adhiera mejor. En general, lo idóneo es pasar una lija fina por la superficie sin suciedad. Si es posible, también conviene aplicar un sellador como imprimación, sobre todo cuando se trata de pintar materiales como metal o cristal. Existen selladores también en aerosol.
Con pintura en aerosol se puede renovar un mueble o cambiar el aspecto de una pared mediante la técnica del estarcido
Luego llega, por fin, el momento de la pintura. Se aconseja remover el bote durante uno o dos minutos antes de comenzar, y después, breve y de forma periódica durante el trabajo. De este modo, se asegura que no queden sedimentos acumulados en la parte inferior. La manera más apropiada de remover el bote es cogerlo por la parte superior y girar la inferior, del modo en que se mueve una cuchara al revolver el contenido de una olla, y sin mucha fuerza o violencia, por supuesto.
Antes de echar el primer chorro de pintura, es aconsejable probarla sobre una superficie que no sirva. De esta forma, es posible asegurarse de que el mecanismo funciona bien, la pintura es la deseada y está en buenas condiciones y, también, para comprobar la fuerza con que se debe presionar la válvula y cualquier otra cuestión práctica.
En el momento de pintar, la distancia entre el bote y la superficie debe ser de entre 20 y 30 centímetros. Esto evita que la pintura se encharque y luego chorree sobre la superficie. Con la misma finalidad, se debe desplazar siempre el bote, para que su acción no incida demasiado tiempo sobre el mismo punto. Si se pinta un rincón o un área de difícil acceso, se puede disparar la pintura desde más cerca, pero durante un tiempo muy corto, para evitar recargar demasiado esa parte.
Si se debe pintar una superficie más o menos amplia, la manera más recomendada es hacerlo en franjas horizontales, desde arriba hacia abajo, y con cuidado de que no queden espacios intermedios sin pintar. Es decir, igual que si se trabajara con un rodillo o pincel.
Antes de dar una segunda mano, en los casos en que sea necesario, se debe dejar que seque bien al menos unas 24 horas.
Una de las ventajas de la pintura en aerosol es la facilidad con la que se pueden pintar distintas partes de un objeto con colores diferentes. Para ello, solo es necesario cubrir con cinta de carrocero las áreas que se desee dejar sin pintar. La cinta debe asegurarse bien, pues la pintura se esparce y pega con facilidad.
Además, este tipo de pintura permite aplicar la técnica del esténcil o estarcido. Con una plantilla apropiada -es mucho mejor diseñarla con una chapa u otro material rígido- se pueden introducir dibujos, palabras o cualquier otro motivo. De esta forma, es muy sencillo renovar un mueble, cambiar el aspecto de una pared y hasta estampar diseños propios sobre la tapicería.