Las macetas de terracota a menudo pasan inadvertidas, debido a que todas tienen la misma forma y color. Si bien lo fundamental es que las plantas y flores destaquen, se puede dotar a los tiestos de bonitos colores para que también ellos se integren en la decoración. Este artículo detalla cómo se deben preparar las macetas de terracota para pintarlas y describe técnicas y diseños para su decoración, además de las diferencias que se tienen que tener en cuenta para pintar macetas de plástico.
En general, las macetas de terracota se comercializan sin ningún dibujo o motivo decorativo. Y si bien lo importante es que se destaque el aspecto estético de las plantas que albergan, sus superficies se pueden considerar como un verdadero «lienzo en blanco» preparado para exhibir distintas formas y colores. De hecho, al pintar los tiestos es posible lograr muy bonitos resultados para decorar un patio, el balcón o el interior del hogar.
Preparar la maceta para pintarla
El primer paso para esta tarea es limpiar bien la maceta y pasar por toda su superficie exterior un papel de lija de grano fino. Es importante que el grano sea muy fino, porque en caso contrario podría dejar rayaduras en el material y estropear el tiesto (u obligar a aplicar la pintura de tal forma que disimule las rayas). Después de lijar, se pasa un paño húmedo para eliminar el polvo y se deja que seque bien.
Para eliminar irregularidades y lograr una mejor adherencia de la pintura, conviene pasar una lija de grano fino por la superficie de la maceta
Después, una medida importante es sellar el interior de la maceta. El objetivo es evitar que, cuando se haya colocado la planta, la humedad se filtre desde allí hacia el exterior y deteriore o despegue la pintura. Para realizar este sellado, lo más práctico es aplicar dos o tres capas de barniz o pintura acrílica transparente en aerosol. Antes de cada capa hay que asegurarse de que la anterior esté seca.
Hecho esto, ya estará todo listo para el paso más importante: pintar y decorar las caras externas del tiesto. Para esta labor, la pintura también debe ser acrílica, que se adhiere muy bien a este material y permite obtener excelentes resultados.
Técnicas y diseños para decorar las macetas
Las formas y diseños que se pueden lograr con la pintura son, desde luego, innumerables. Existen algunos que son muy simples, especiales para quienes no quieran dedicar demasiado tiempo a este trabajo o que no tengan demasiada habilidad para esta clase de manualidades.
Un ejemplo es pintar toda la maceta de un mismo color y colocarla junto a otros recipientes decorados de la misma manera pero con tonalidades diferentes. La clave, en este caso, radicará en lograr buenas combinaciones: todos colores suaves o pastel, distintos matices de un tono idéntico, colores intensos variados, etc.
Cuando es solo un tiesto, se puede lograr un diseño bonito a través de un método muy simple: pegar en la superficie de la maceta trozos de cinta adhesiva de forma vertical y equidistante. Luego se pinta en las partes que quedaron sin cubrir y se deja secar. Al retirar la cinta, se verán en el tiesto, intercaladas, líneas del color (o los colores) de que se haya pintado y el color natural de la propia maceta.
A través de técnicas como el estarcido o el decoupage, se puede dotar a las macetas de formas bellas y originales
Para diseños algo más elaborados y precisos, se puede aplicar una capa de pintura blanca (o de otro color claro) que funcione como fondo, sobre el cual dar otras tonalidades después. Así, es posible fabricar pequeños tampones para luego reproducir su forma sobre una maceta.
Y también se puede recurrir a técnicas más elaboradas, como el estarcido o el decoupage. Las personas más hábiles para dibujar podrán dedicar un rato a pintar hojas, corazones, lunas, estrellas o cualquier otra clase de dibujo, para decorar las macetas según el estilo que quieran dar al espacio que ocuparán las plantas.
Las macetas de plástico son aún más fáciles de pintar. Al contrario que la terracota, como este material carece de porosidad, no hace falta sellar el interior. Tampoco es imprescindible lijar las superficies externas, pero conviene hacerlo para garantizar una ligera rugosidad que permita que la pintura se adhiera mejor. Al igual que en los tiestos de barro, la lija debe ser de grano fino.
El resto del proceso es básicamente similar. Dadas sus características de adherencia y durabilidad, también se recomienda la pintura acrílica para estos casos.
Otra ventaja es que, como las macetas de plástico no se comercializan en un solo color, en el momento de adquirirlas se puede elegir el color que mejor funcione como fondo para las formas y dibujos que se quieran pintar.