El riego y la poda del Pelargonium grandiflora

Se trata de un geranio de interior de hojas carnosas y brillantes flores
Por EROSKI Consumer 14 de marzo de 2006

El Pelargonium grandiflora es una rara avis en el mundo de los geranios, al tratarse de un ejemplar de interior. Se caracteriza por sus hojas relativamente carnosas y en forma de embudo. Otro de sus grandes atractivos son sus flores de brillante colorido, que brotan durante todo el verano, convirtiéndose en un ejemplar muy agradecido para decorar balcones y terrazas a lo largo de esta estación.

Durante su periodo de floración es cuando puede ser necesario podar o transplantar estos ejemplares. Asimismo se deberá aumentar exponencialmente la frecuencia de riego a medida que el calor sea mayor.

También puede ser una buena opción el sacarlos al exterior durante la primavera, a partir de marzo, pero sólo si se reside en una zona climática cálida, ya que si se vive en zonas frías o no costeras, las heladas tardías podrían llegar a matarlos. Además en invierno debe protegerlos de las heladas y situarlos en lugares frescos y secos.

Para que se desarrollen sin problemas deberá colocarlos en un lugar soleado, pero sin que lleguen a estar a pleno sol ni recibir los rayos que más calientan. Tampoco es recomendable ubicarlos tras cristales, debido a que éstos multiplican los efectos dañinos del sol, aunque siempre será más fácil protegerlos en el interior de la vivienda mediante cortinas o persianas.

Respecto a sus necesidades de riego, deben regarse con moderación y abonarlos regularmente, ya que sus abundantes hojas pueden marchitarse por falta de agua.

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