Dentro de las instalaciones fotovoltaicas se puede optar por:
– Aislada de la red: es una instalación en la que la electricidad generada será consumida por el productor.
– Conectada a la red: es aquella donde la electricidad obtenida se entrega a la red y es vendida a la compañía suministradora.
La aislada de red es la más sencilla de las dos, así como la que menor coste representa. El siguiente paso es decidir su aplicación para elegir los componentes, ya que se puede enfocar esta instalación tanto para surtir de electricidad a un pequeño alumbrado (que para ahorrar el conversor de corriente continua a corriente alterna se utilizarán bombillas de corriente continua) en un lugar donde o bien no haya toma eléctrica o se prefiera el autoabastecimiento, como para suministrar electricidad a electrodomésticos que requieran de corriente alterna, para lo que el esquema tendrá una pequeña variante.
Posteriormente hay que elegir el tipo de panel fotovoltaico (monocristalino, policristalino o amorfo) y la potencia que puede generar. El panel generará una corriente continua cuya intensidad variará en función de la luz, a una tensión determinada por el modelo de panel (12V ó 24V). Esta corriente se llevará a un regulador de carga que evitará que las baterías que se instalen se descarguen en exceso y se estropeen, de tal manera que se pueda coger una toma de corriente continua del voltaje correspondiente para consumo. Las baterías a instalar han de tener capacidad para servir la electricidad durante un tiempo que se fijará dependiendo de su utilización, sobre todo para días que no se tenga suficiente radiación.
Con estos elementos se podría realizar la primera instalación mencionada. En caso de realizar la segunda instalación se debe añadir un inversor de 220V para poder adecuar la corriente a su modo alterno y a 220V.
Para realizar la instalación primero hay que ver donde se pueden colocar los paneles necesarios y luego calcular la cantidad de paneles necesarios. Saber la cantidad de paneles que se precisan vendrá detallado en los programas que se llaman ‘de dimensionado’ y que la empresa que facilita los paneles posee.
La instalación dependerá del modelo de soporte que se ponga y se elegirá de entre la gran cantidad existente en el mercado y que posibilita poner en el tejado, en el suelo o en la fachada. Es muy importante que esté orientado dirección sur y con una inclinación aproximada de 45º que varía dependiendo de la zona.
El resto de la instalación tan sólo es tirar de cable y realizar todas las conexiones.