La importancia de un buen drenaje para mejorar el terreno

Cómo actuar dependiendo del tipo de suelo del que se disponga
Por EROSKI Consumer 8 de enero de 2004

Conocer el tipo de suelo con el que cuenta cualquier jardinero para trabajar es fundamental. Una vez sabido, igualmente importante es saber el tipo de acondicionamiento que se necesita para mejorarlo. Algo esencial en cualquier terreno es asegurar un buen drenaje y la manera de obtenerlo estará en función del suelo que se tenga.

Cuando se encuentre ante suelos arenosos se apreciará como el drenaje que se produce es excesivo, de tal manera que el terreno no retiene el agua, lo que obliga a regar constantemente para que las plantas puedan absorber un mínimo de agua. Si, por el contrario, se dispone de un suelo pesado, arcilloso, que a duras penas logra drenar el agua, el peligro está en la posibilidad de que el agua se estanque alrededor de las plantas y se terminen ahogando por la falta de oxígeno.

Ambas situaciones son negativas y es conveniente contrarrestarlas llevando a cabo las acciones oportunas. La solución más fácil se presenta en el primer supuesto, suelos arenosos, ya que añadiendo una capa importante de materia orgánica para que se acumule el agua que necesitan las plantas, podría bastar para evitar que los diferentes ejemplares se sequen. Sin embargo, esta tarea es laboriosa porque dicha capa requiere ser repuesta periódicamente, sobre todo en los meses del año en los que aprieta con más fuerza el sol.

En el supuesto de que se cuente con un suelo arcilloso la solución pasa por mejorar la estructura con ayudas de cultivo. Las posibilidades son varias y muchas de ellas complementarias:

-Desfondar por zanjas, rompiendo o aireando el suelo con la ayuda de una horca o un pico.

-Mantener una estructura por grumos a la que se añadirá habitualmente materia orgánica.

-Encalar con arena caliza o yeso. El aporte de este elemento se realizará sobre la propia superficie y se aplicará con una pala. Es aconsejable descartar la posibilidad de emplear cal viva porque ésta resulta demasiado agresiva.

-El drenaje artificial suele ser caro y requiere mucha mano de obra. La posibilidad más sencilla consiste en realizar zanjas de más de medio metro de profundidad, las cuales se rellenarán de piedras hasta 20 centímetros antes de llegar a la superficie.

-Con bancales elevados se tratará de aumentar el nivel del suelo a base de añadir tierra vegetal de buena calidad en las zonas concretas de cultivo o, si el jardín es pequeño, sobre todo el terreno.

Una vez conocidas las diferentes maneras de mejorar el drenaje de los distintos suelos, es el momento de que cada uno valore la forma más adecuada para acondicionar su terreno.

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