La ixora es una planta arbustiva de hojas oblongas y de color verde brillante que alcanza unas dimensiones que pueden oscilar entre los 40 centímetros y el metro de altura. La floración de la esta planta oriunda de las regiones tropicales de Asia se produce en verano y presenta flores tubulares de cuatro pétalos de tonos que van del amarillo al rojo, pasando por los naranjas.
La Ixora coccinea, que es su nombre científico, pertenece a la especie de las Rubiáceas y al proceder de un clima tropical requiere unos cuidados y una vigilancia constante. Lo que más hay que vigilar es la temperatura y la humedad que rodean a esta planta, ya que un exceso de calor unido a un defecto de riego inevitablemente acabarían secándola.
Tal y como se apunta, es una planta muy sensible a los cambios ambientales y de sustrato, por lo que hay que procurar no cambiarla de estancia y protegerla de las temperaturas extremas. Conviene evitar el frío y garantizarle un ambiente húmedo, que ayudaremos a crear realizando pulverizaciones periódicas sobre sus hojas, con el fin de que dispongan de la humedad de la que puedan privarle los fuertes rayos del sol.
El suelo sobre el que se desarrolla ha de tener un buen drenaje, por lo que debe pincharlo con una horca de vez en cuando para que pueda absorber con mayor facilidad el agua de riego. Asimismo tenga en cuenta que, si hay que podarla, la mejor época para realizar esta delicada tarea es la primavera.
Durante la época estival hay que suministrarle agua en grandes cantidades y con frecuencia, para conseguir aportar la humedad necesaria, pero con cuidado de no encharcar el sustrato. Durante el resto del año es importante mantener el suelo fresco y regarlo con moderación.
Al tratarse de una planta de origen tropical agradece la presencia de luz de manera generosa, pero siempre que ésta le alcance de forma tamizada, es decir, que no se encuentre a pleno sol, y que no se vea privada de la humedad ambiental necesaria para su correcto desarrollo.
