La mandevilla, una planta oriunda del sureste de Brasil

Debido a su procedencia tropical resulta necesario tratarla como ejemplar interior en invierno
Por EROSKI Consumer 30 de junio de 2004

Existen cerca de 100 especies de esta vid arbolada americana tropical. A pesar de ser un ejemplar de jardín, la mandevilla debe de introducirse en nuestra casa antes de la primera helada y ser tratada como planta de interior durante los meses del invierno.

Una vez termine el tiempo frío, la mandevilla puede ser devuelta a su ubicación original, después de que los fríos de la primavera y las amenazas de hielo hayan pasado. Para facilitar el traslado de un ejemplar tan sensible a las bajas temperaturas, lo ideal es plantarla en una jardinera grande o en cestas colgantes.

Esta vid, oriunda del sudeste brasileño, tiene un carácter muy ornamental, por lo que se emplea como planta del jardín en áreas de clima suave. Es muy apreciada por los jardineros debido a sus grandes y rosáceas flores.

Las cantidades de flores fragantes compensan el escaso follaje de este ejemplar. Las flores se producen al comienzo del verano y con posterioridad pueden llegar a volver a aparecer si se produce una caída temprana, incluso cuando las plantas son muy jóvenes.

En interior, las mandevillas necesitan luz del sol indirecta. La mejor tierra para su desarrollo es la compuesta por una mezcla de musgo y turba a partes iguales. Cuando se encuentre en periodo de floración y en verano, abónela cada dos semanas con un fertilizante rico en fósforo.

En el jardín requieren de un sustrato rico en nutrientes, bien-drenado, arenoso. Proporcióneles un lugar al que asirse y crecer y, antes de meterlas en el interior de la casa para protegerlas de los rigores invernales, examínelas cuidadosamente para evitar introducir parásitos. Vigile especialmente las hojas y tallos y retire las partes enfermas o marchitas.

Para desalojar los parásitos pulverice las plantas infestadas con un insecticida sistémico. Los parásitos más comunes son mealy bugs, escalas, whiteflies y ácaros rojos de la araña. Asimismo puede que tenga que podar algo de la planta para compensar cualquier pérdida de la raíz.

Una vez realizado el traslado, reduzca la frecuencia de riego, a coincidir con los periodos de descanso de las plantas, inducidos por las temperaturas más frescas y la luz reducida. A finales de invierno, antes de que el crecimiento comience, quite los vástagos viejos. Incluso si la mandevilla se poda casi a ras de tierra, llegará a florecer.

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