Cuando se disfruta de la presencia de muchos árboles en el jardín resulta muy cómodo disponer de un sierra eléctrica para llevar a cabo la poda de los mismos. Pero si son pocos los ejemplares con los que se cuenta, puede que no sea rentable la adquisición de esta herramienta. La mejor alternativa es un serrucho propio de jardinería.Con potentes dientes, poco pesado y sencillo de manejar, este serrucho permite podar aquellas ramas que se entrometen en zonas de paso, están dañadas, han sido atacadas por plagas o han tomado una dirección no deseada.
Para realizar una buena poda con serrucho debe tenerse muy presente que siempre hay que comenzar a realizar la incisión en la parte inferior de la rama. Profundice hasta llegar a obtener un corte de unos 5 centímetros y luego desde la parte superior termine de realizar la poda.
El motivo de que esto se haga así es porque si se empieza a cortar desde arriba hasta llegar abajo directamente, en el último tramo, el peso de la rama hará que ésta se desgarre en vez de obtenerse un corte limpio.
Es recomendable emplear herramientas correctamente afiladas y limpiarlas bien si se han estado utilizando para eliminar partes marchitas o atacadas por plagas para evitar que, merced a un posterior uso, las enfermedades se trasladen a los siguientes ejemplares que se corten.
También es recomendable que al adquirir el serrucho se compre uno con una guarda, un trozo de plástico que protege los dientes mientras no se utiliza. Así se alargará su vida útil.
