El empleo incorrecto de pegamentos puede llegar incluso a estropear las piezas que se quieren unir, por ejemplo, si el pegamento es corrosivo ante los materiales que se van a pegar.
Por ello, antes de emplear un pegamento hay que leer atentamente las instrucciones del fabricante, preguntar en la tienda dónde se adquiere el producto o, si se puede, hacer una pequeña prueba con los materiales que se puedan desechar en caso de desastre.
La cola blanca de carpintero suele ser una de las más eficaces para realizar todo tipo de uniones, debido a que no es un producto agresivo con las superficies, lo que la convierte en una eficaz solución para casi todo tipo de productos.
Por su parte, los adhesivos de montaje permiten sostener un colgador o azulejos sin que éstos se caigan pero, aunque su capacidad de agarre sea máxima, no se puede, por ejemplo, unir los diferentes trozos de una figura de porcelana que se haya caído al suelo porque podrían deteriorarla.
Lo más recomendable es emplear un pegamento específico para el material del que estén compuestas las superficies que se vayan a unir y respetar los tiempos de secado. De esta forma se conseguirán unas uniones perfectas.
