La función de las lámparas es doble: brindar iluminación, desde luego, pero también formar parte de la decoración general de la estancia, a través de su diseño, del estilo que represente y de la clase de luz que emita. Este artículo detalla los tipos de lámparas apropiadas para un rincón (de pie, de mesa, apliques o colgantes) y la alternativa de la luz cinética, de bajo valor lumínico pero elevado peso decorativo.
Tipos de lámparas apropiados para un rincón
Una de las claves en la decoración de cualquier espacio de la casa radica en la iluminación. Se debe procurar no solo que en general la estancia esté bien iluminada, sino que, además, cada rincón tenga la luz que necesita. Una esquina sin buena luz representa un lugar perdido, que también puede afear el aspecto del conjunto. Por tal motivo, a una lámpara de diseño colocada en un recodo se le asigna una doble función: dar a esa área la iluminación que necesita, por un lado, y proporcionarle vida, por otro, a través de un cuidado diseño que concuerde con el estilo general de la estancia.
Para iluminar y dar vida a un rincón, es posible pensar en cuatro tipos de lámparas, que se detallan a continuación.
Lámparas de pie: son un recurso apropiado para una decoración de estilo clásico. Las más habituales son las de pantalla en forma de cono truncado, de tela o material sintético que transparenta la claridad. Pueden presentar alternativas, como brazos móviles que permiten apuntar el haz de luz en una dirección determinada, o variantes de diseño más moderno sobre las formas clásicas.
Una lámpara de pie puede quedar muy bien en el suelo si el rincón se acondiciona con alfombras, cojines o pufs
Lámparas de mesa: valen para iluminar una esquina siempre que haya una mesa en tal espacio, salvo que la decoración de la estancia posea un estilo de tal modernidad que haga apropiada la presencia de una lámpara de mesa sobre el suelo. Esto puede ocurrir si se acondiciona una zona con alfombras, esterillas, cojines, pufs, etc., como lugar de lectura, de relajación, para mirar la tele, etc., al estilo oriental; es decir, en el suelo.
Apliques: esta variante permite aprovechar muy bien el espacio en un rincón, ya que, como los apliques se colocan empotrados en la pared, el suelo y las paredes pueden ir ocupadas con cualquier otra cosa (o vacías, si así se decidiera).
Lámparas colgantes o de suspensión: una lámpara que cuelgue del techo puede ser una apuesta arriesgada para una esquina, ya que puede recargar demasiado la decoración en ese extremo de la estancia. Sin embargo, si el estilo lo permite -en particular, si la decoración es moderna y tiende a la sofisticación- representa un recurso válido y sin duda llamativo.
Es importante, antes de decidir el tipo de lámpara, la funcionalidad y los usos que se darán a ese rincón. Si ha de usarse como espacio de lectura, lo conveniente será una luz puntual, potente y con un haz directo que apunte hacia abajo. En cambio, si es un área de relajación, donde el objetivo es sentarse a escuchar música, mirar televisión, etc., mejor que la iluminación no sea puntual sino de ambiente.
Existe también la posibilidad de utilizar la llamada luz cinética, es decir, luz viva, en movimiento. En este caso concreto, lo apropiado sería colocar una o varias velas en el rincón, sostenidas por un estante. Está claro que la luz de las velas es muy débil, pero como recurso decorativo resulta bonito y puede ser el toque apropiado para lograr una buena combinación de este recodo con el resto de la estancia, si esta tiene un estilo creado a partir de figuras e imágenes de culturas extranjeras (orientales, africanas, etc.).