Las molduras pueden ser de yeso, poliestireno, poliuretano o escayola. Estas últimas suelen ser más pesadas y su manipulación puede resultar más compleja, pero dan un acabado decorativo muy particular a los techos. Aunque las nuevas tendencias en decoración apuestan por cubiertas libres de cualquier adorno, existen molduras en líneas más puras, que se ajustan perfectamente a este nuevo concepto.
Hay un diseño para cada estilo. Las molduras decorativas se venden en varios formatos. Se pueden encontrar desde molduras rectas que cubren todo el perímetro del techo, a cornisas, frisos, apliques, plafones o rosetones, que se colocan en una zona concreta (centro o laterales) para conseguir un efecto decorativo determinado. La idea es que las molduras aporten originalidad a los techos y eliminen la monotonía de esta parte de la casa, que no siempre se tiene en cuenta en la decoración general.
Ocultan clavos, tornillos o cables y sirven para recrear cualquier ambiente: desde los más modernos a los más clásicos
Entre otras cosas, las molduras permiten disimular posibles defectos en las paredes o en el techo, ocultar clavos, tornillos o cables, resaltar la decoración de la casa y recrear cualquier ambiente, gracias a unos diseños que imitan tanto los estilos modernistas más austeros como los clásicos más recargados. Por otro lado, este elemento decorativo facilita el trabajo de pintado y empapelado, ya que delimita mejor el encuentro entre la pared y el techo.
En cuanto a su aspecto exterior, las molduras clásicas son de color blanco, aunque cada vez más se pueden adquirir molduras de colores que combinan con la tonalidad del techo o destacan sobre ésta. Asimismo, los contornos pueden ser rectos, angulares o con formas diversas, lo que permite emplear las molduras no sólo para rematar paredes y techos, sino para enmarcar un espejo, una puerta, una ventana o un armario.
Colocar las molduras
Las molduras se fijan fácilmente a cualquier superficie con un pegamento especial o mortero adhesivo. El primer paso es marcar con un lápiz la línea o punto en el que se va a colocar la moldura, para que quede centrada y a una distancia adecuada de la pared. Si es necesario, las molduras se pueden cortar para ajustarse al espacio disponible. En este sentido, hay que tener especial cuidado en el encuentro de las esquinas para que no destaque el punto de unión entre dos piezas.
Las molduras comienzan a fijarse por las esquinas para, posteriormente, presionar con suavidad por el centro
A la hora de pegar las molduras, hay que empezar por las esquinas y fijar luego cada pieza, con suavidad, por el centro. Es importante que los extremos de dos molduras coincidan, aunque si no es así, se puede solucionar este defecto con pasta de relleno. Esta pasta se aplica con los dedos y se remata con una pasta de alisado que disimula posibles defectos de colocación. La pasta sobrante se debe retirar antes de que se seque sobre la superficie.
Por último, para que las molduras se fijen bien, es posible que haya que recurrir a listones o durmientes de sujeción. Ambos ejercen una ligera presión sobre las molduras para que se mantengan en su posición hasta pegarse correctamente. Cuando la pasta esté seca y las molduras totalmente pegadas, se pueden lijar los bordes para obtener un mejor acabado.
La variedad de formas en las molduras permite encontrar diseños ovalados o circulares muy adecuados para la instalación de lámparas en su interior. Estas piezas se colocan en el techo de la misma manera que el resto de molduras, pero exigen tener más cuidado al calcular el punto exacto de fijación. Gracias a ellas, las lámparas quedan perfectamente centradas y se pueden ocultar los cables o disimular defectos en la instalación de la lámpara.
Los plafones o rosetones pueden ser lisos o estar decorados con motivos que consiguen techos más recargados, según los gustos. Para fijarlos, en lugar de listones se puede recurrir a tornillos, que se tapan con pintura o escayola. No obstante, si el techo está pintado, es conveniente lijar la zona en la que se va a colocar el plafón o rosetón para que éste agarre mejor.