Nuestro salón puede ser un lugar propicio para albergar algún ejemplar de interior, el principal problema que puede presentarse es conseguir aportarle una ubicación en la que pueda estar a la vista y a la vez no dañemos el suelo al regarla, o se pueda caer algo de tierra durante este proceso. También tenemos que poder airearle, si fuera necesario, para que el agua no se encharque.
Si es aficionado a la carpintería, una sencilla solución puede consistir en fabricar unas pequeñas mesas sobre las que colocar sus más bellos ejemplares, o bien disponer de un rincón de lectura colocando sobre ellas una lámpara, que también puede colocarse en un lateral de la televisión para evitar que nuestra pupila tenga que estar adaptándose constantemente a los cambios de iluminación del programa que estamos viendo si la estancia está a oscuras.
Para fabricar estas mesas necesitará una sierra de calar, tableros de DM (un material muy barato, aunque si su pericia lo permite y quiere conseguir acabados más vistosos puede emplear maderas de mayor calidad), cola de carpintero, clavos de punta perdida, para unir las diferentes partes de la mesa, y un martillo.
Aunque el modelo de la fotografía sea circular, si no está muy habituado a estos trabajos puede fabricar una mesa o peana cuadrada, los cortes serán mucho mas sencillos de realizar. El tamaño de la mesita auxiliar vendrá determinado por el contorno de la lámpara o tiesto que quiera que soporte. Además, tendrá que tener en cuenta su peso a la hora de calcular el tamaño del soporte y de la peana.
Una vez haya cortado la parte superior de la mesa puede hacerle unas molduras con la ayuda de una fresadora. La parte inferior de la mesa también será cuadrada o circular, en función del modelo elegido para la parte superior, y es conveniente que sea de mayor tamaño para garantizar la estabilidad del mueble.
Como sistema de unión entre ambas partes emplearemos un taco de madera con la altura y grosor suficientes como para que pueda soportar el peso sin problemas. Una las tres partes que compondrán nuestra mesilla con la ayuda de la cola de carpintero y los clavos de cabeza perdida.
Deberemos lijar la mesa, tras haber unido las tres partes que la componen, para poder retirar los posibles restos de cola y astillas. Una vez bien lijada aplíquele una mano de tapa-poros y otra de selladora, para asegurarse de que la pintura con la que la vaya a decorar se adhiera sin problemas a la madera y esta no exude.
Una vez seco el tapa-poros y la selladora, podrá pintar la mesilla, teniendo en cuenta el color de la decoración circundante para que no desentone, aunque siempre sería conveniente conocer el color de la lámpara o del colorido de las flores de la planta para elegir un color que sirva de contraste entre el soporte y lo que vaya a colocar sobre ella.
