Manteles: grandes o individuales, según la ocasión

La elección del tipo de mantel depende del estilo que se dará al servicio y de si los formatos grandes se reservan para ocasiones especiales
Por EROSKI Consumer 5 de noviembre de 2013
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Imagen: JD Hancock

Los manteles clásicos para cubrir la mesa conviven con los llamados individuales, que proporcionan un estilo diferente. Mientras los pequeños simplifican la tarea cotidiana de poner y recoger la mesa, los manteles grandes son los protagonistas cuando se trata de decorarla para una ocasión especial. En este artículo se señalan los principales usos de cada uno: los individuales en las comidas y cenas cotidianas y las ventajas decorativas de los manteles grandes. También se explica la posibilidad de crear manateles individuales de diseño, personalizados y artesanales.

Los individuales, protagonistas en las comidas y cenas cotidianas

El mantel fue creado para proteger la superficie de la mesa y decorar el área donde se sirven los alimentos.

Los de formato pequeño, llamados de forma coloquial «individuales«, han desplazado a los clásicos grandes. Esto se debe a que son más sencillos de colocar y, sobre todo, de recoger y limpiar, por lo que se prefieren para las comidas de diario. De esta forma, se evita la tarea de lavar, planchar y eliminar las manchas de comida y grasa, que son tan frecuentes en los manteles grandes. Otra ventaja de los individuales es que se adaptan a todas las mesas y a la cantidad de comensales presentes.

Para colocar juntos manteles grandes e individuales, hay que tener cuidado de que sus materiales y estilos combinen entre sí

Para las ocasiones especiales, en cambio, el mantel grande clásico sigue teniendo prioridad, ya que representa una mayor elegancia y permite destacar más y mejor tanto la vajilla como los centros de mesa y otras piezas decorativas.

También existe la posibilidad de combinar ambos formatos, es decir, vestir la mesa con un mantel grande y luego colocar individuales en la ubicación de cada uno de los comensales. Sin embargo, no es fácil lograr buenos resultados con este tipo de uniones: para conseguirlo, se debe procurar que formen parte de un conjunto o bien que sus materiales, estampados y estilos combinen entre sí.

Ventajas decorativas de los manteles grandes

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Imagen: Nacho

Los manteles grandes conservan su vigencia en el momento de disponer la mesa en un estilo formal, reuniones familiares o celebraciones como cumpleaños, Navidades, etc. En estos casos, la mesa vestida con un mantel o un conjunto de dos manteles superpuestos garantiza un aspecto de sobriedad y elegancia que contribuyen a lograr un ambiente adecuado.

Además, si bien los manteles grandes requieren más cuidados para su mantenimiento y limpieza, existe una oferta cada vez mayor de textiles que repelen las manchas y mantienen los colores vivos. Gracias a esto, usarlos a diario en la decoración de la mesa resulta menos trabajoso que antaño.

Incluso se puede recurrir a los clásicos manteles de plástico, mucho más asequibles. No resultan tan elegantes como los de tela, pero proporcionan protección a la mesa, son mucho más fáciles de limpiar y, además, en la actualidad se fabrican con diseños y estampados más variados y atractivos que los antiguos. Esto posibilita que se puedan emplear en la mesa de todos los días sin renunciar a la decoración del ambiente.

Individuales de diseño, personalizados y artesanales
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Imagen: Gemma Bardsley

La enorme variedad de materiales (plástico u otros polímeros, fibras naturales como bambú, cáñamo, tela, etc.) y de diseños disponibles hacen de los individuales un recurso estupendo para decorar y personalizar la mesa. Se pueden adquirir por separado, pero lo más conveniente es comprarlos en conjuntos de cuatro o seis, para asegurarse de poder vestir la mesa para una comida o cena con complementos del mismo juego.

También es posible crear combinaciones especiales según la ocasión. Una variante es la de personalizar los individuales con ilustraciones o mensajes apropiados, para que cada miembro de la familia cuente con el suyo. La creación de individuales artesanales y personalizados abre un gran campo de posibilidades. Y, aunque lo más común son los individuales lisos y estampados, se logra un detalle destacado en la mesa si se opta por unos con texturas, relieves especiales o con forma redonda u ovalada.

Un último dato que se debe tener en cuenta: como la protección que brindan los individuales en la mesa es limitada, hay que pensar en maneras de cubrir los demás espacios, para que las botellas, bandejas y otros complementos no queden apoyados directamente sobre la superficie del mueble. La solución puede ser muy sencilla: usar otros individuales.

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