Cuando se retira el papel viejo o la pintura que cubre las paredes suelen salir a relucir numerosos defectos como agujeros, grietas, pintura desprendida e incluso manchas, que se deben reparar lo mejor posible y luego ocultar bajo una buena capa de pintura o papel para evitar que se noten.
El papel puede llegar a marcar estas imperfecciones y las pinturas lisas también pueden ser muy delatoras, por lo que una solución eficaz, y a la par decorativa, puede ser aplicar texturas con relieve con las que tapar y disimular los desperfectos.
Para ello se pueden emplear diversas técnicas pero será siempre necesario utilizar pintura para relieves. Puede aplicarse por tramos con un rodillo. Si se quiere lograr un aspecto rugoso e irregular, similar a la corteza de un árbol, se debe pasar una espátula de arriba hacia abajo arrastrando el producto.
También se puede usar una espátula dentada y hacer rayas horizontales y verticales, una combinación de ambas, zig zags o semicírculos. Otra opción que se puede barajar para obtener excelentes resultados sin complicación alguna consiste en utilizar rodillos especiales con diversos motivos dibujados.