Revisar las ligaduras y cordeles que fijan los árboles pequeños a sus soportes

Se trata de una labor necesaria para impedir que el ejemplar acabe ahogado
Por EROSKI Consumer 13 de julio de 2004

Una tarea habitual cuando se planifica y se trabaja sobre un jardín nuevo es la plantación de ejemplares de árboles jóvenes. Decidir tanto la especie como la ubicación es algo vital para que se mantenga el buen orden de cualquier vergel.

Lo frecuente y más adecuado para que dichos árboles crezcan erguidos es la colocación de soportes a los que asiremos sus troncos para guiar así el crecimiento de dicho ejemplar. Se suele proceder colocando unas estacas de hierro o madera a unos 15 centímetros de la base del árbol que se unen al tronco del ejemplar utilizando un cordel o determinadas ligaduras.

Normalmente los árboles necesitarán de dichos soportes una media de 2 años, aunque esto varía según la especie de la que se trate y el crecimiento que experimente.

Obviamente a lo largo de este tiempo el árbol y el tronco van aumentando de tamaño de tal manera que la ligadura también debe de ir ajustándose a las nuevas dimensiones del ejemplar para evitar que la presión de la sujeción acabe ahogando al árbol.

Realizaremos esta revisión periódicamente, por ejemplo cada tres meses, y si fuera necesario buscaremos una nueva ubicación para la estaca, alejándola del tronco, puesto que éste va aumentando su diámetro.

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