Soluciones de emergencia para salvar a nuestras plantas del ataque de la cochinilla

Si la infección es importante no quedará más remedio que quitar el insecto a mano
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2006

La cochinilla es una plaga sumamente perjudicial, tanto para los ejemplares de interior, como los de jardín y los cultivos, aunque se trate de un animal del que se obtiene uno de los mejores pigmentos naturales utilizados por la industria textil, pinturas, cosmética.

Su alimento favorito son los brotes en crecimiento, por lo que sobre todo suelen hacer su aparición a partir del mes de marzo. Existen en el mercado infinidad de insecticidas y productos específicos destinados a acabar con esta plaga. Pero cuando el ataque ya se ha producido, y sobre todo cuando es muy intenso, será necesario tomar medidas bastante más contundentes.

Deberá ser el propio aficionado a la jardinería quien retire la cochinilla de las hojas de la planta ayudándose de un algodón empapado en alcohol. Es necesario quitarlas una a una porque se adhieren férreamente a los tejidos. Una vez se haya terminado con el proceso de desparasitación hay que lavar las hojas de los ejemplares afectados con un paño limpio y húmedo.

Luego debe rociarse la planta con un insecticida apropiado y apartar los ejemplares afectados del resto, para mantenerlos vigilados y observar si la infección ha desaparecido, a la par que se evita que la plaga se extienda al resto de ejemplares.

Hay que tener en cuenta a la hora de tratar de acabar con las plagas que es sumamente importante reconocer el insecto agresor y aplicar a los ejemplares métodos naturales para evitar su propagación o, en su defecto, utilizar un insecticida sistémico que haga frente a la plaga pero no al ecosistema en el que se desarrollan las plantas.

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